¿Quieres una mejor salud digestiva? Come yogur
¿Sabías que en el cuerpo humano hay más bacterias que células? Alrededor de 500 especies de bacterias habitan solo en el tracto digestivo.
No te asustes. La mayoría de los organismos intestinales —más de un kilo de ellos— son benéficos.
Fortalecen el sistema inmunológico, digieren los azúcares de la lecha (lactosa), ayudan en la absorción de nutrientes y, en general, mantiene la salud digestiva.
Sin embargo, algunas bacterias intestinales, junto con los organismos en la vagina y el tracto urinario, pueden causar todo tipo de problemas. Por eso, es una buena idea tener el refrigerador abastecido de yogur ‘vivo’.
El yogur es la leche a la que se agregan cultivos de bacterias. Las bacterias consumen el azúcar en la leche para obtener energía y excretan ácido láctico (el mismo ácido que se acumula en los músculos durante el ejercicio), que fermenta la leche.
El yogur que contiene ‘cultivos activos’, es decir, bacterias vivas, es el que ofrece abundantes beneficios para la salud. Eso se debe a que los organismos, como lactobacilus acidophilus, streptococcus thermophilus y lactobacillus bulgaricus —conocidos colectivamente como probióticos— protegen al organismo contra bacterias nocivas porque consumen los recursos que esas bacterias necesitan para multiplicarse.
Además, algunas bacterias del yogur producen ácidos que matan otras bacterias, incluidos los gérmenes que causan el botulismo, entre otros males.
Cuando una persona está sana, aproximadamente 85 por ciento de las bacterias en el intestino grueso son organismo lactobacillus. El otro 15 por ciento consta en su mayoría de otras cepas benéficas.
Pero si toma antibióticos, los medicamentos aniquilan las bacterias ‘buenas’ junto con las ‘malas’ que son responsables de la infección. Esto puede producir diarrea, cólicos estomacales, flatulencias y distensión abdominal, infecciones producidas por hongos y absorción menos eficiente de los nutrientes.
Investigadores estadounidenses descubrieron que los pacientes que comen dos raciones de 250 miligramos de yogur vivo al día sufren la mitad de las diarreas asociadas con los antibióticos que las personas que no lo comen.
Otros estudios demuestran que las bacterias benéficas en el yogur (o suplementos probióticos) reducen la diarrea infantil, suprimen los síntomas de la enfermedad inflamatoria del intestino y del síndrome del intestino irritable y alivian algunos tipos de intoxicación por alimentos.
Incluso, hay indicios de que los organismos saludables del yogur, en combinación con una dieta rica en fibra, pueden prevenir la diverticulosis, una enfermedad olorosa y potencialmente grave en la que se forman pequeñas bolsas en las paredes del colon.
El yogur se ha usado desde hace siglos como remedio para infinidad de trastornos, pero hasta hace apenas una década, los científicos descubrieron cuán benéfico es el yogur en realidad. He aquí algunas de las cosas que puede hacer:
El hongo Candida albicans, que habita en la vagina, se mantiene controlado por otros organismos. Cuando se multiplica, causa la horrible comezón y ardor de las aftas.
En unestudio realizado en Estados Unidos se descubrió que la incidencia de infecciones disminuye en las mujeres que comen 250 mg de yogur al fdía.
Comer yogur vivo, o usar suplementos acidófilos en forma de óvulos vaginales, coadyuva en el tratamiento de infecciones activas. Solo hay que asegurarse de que se trate en realidad de una infección causada por hongos; tratar una infección bacteriana con yogur empeora el problema.
El yogur puede influir de manera notable si eres una de las muchas mujeres que sufren de infecciones recurrentes en el tracto urinario.
Investigadores finlandeses informan que las mujeres que comen por lo menos tres raciones de yogur y queso a la semana tienen casi 80 por ciento menos probabilidades de padecer de infecciones urinarias que quienes comen menos productos lácteos menos de una vez a la semana.
Investigadores médicos en California descubrieron que comer dos tazas de yogur vivo al día puede cuadruplicar los niveles de gamma interferón, una proteína producida por los glóbulos blancos que ayuda al sistema inmunológico a combatir los gérmenes.
Los bacilos acidófilos del yogur no son una cura del cáncer, pero se ha demostrado que ayudan a prevenir la recurrencia de tumores en pacientes tratados por cáncer en la vejiga.
Según parece las bacterias benéficas pueden impedir que las nocivas creen sustancias cancerígenas en el organismo cuando estas bacterias reaccionan con los alimentos.
Infinidad de personas son intolerantes a la lactosa (carecen de la enzima necesaria para digerirla) y, por tanto, no toman leche y el calcio fortificante de los huesos que ésta contiene.
El yogur vivo puede ser una opción fácil de digerir porque los organismos que contiene digieren la lactosa antes de que uno lo coma. Así, las personas con intolerancia a la lactosa pueden comer yogur sin sufrir flatulencias u otros síntomas incómodos.
El yogur contiene más calcio que la leche, con más de 400 mg en una sola ración.
No supongas que todos los yogures que se venden en los supermercados contienen bacterias benéficas.
Busca productos con las palabras ‘vivos’, ‘activos’ o ‘bio’ en la etiqueta. Además, asegúrate de obtener la mayor cantidad posible de organismos vivos: compra y come yogures con la mayor anticipación a su fecha de caducidad.
Incluso si no eres aficionado al yogur, puedes aprovechar la mayoría de los beneficios si tomas suplementos probióticos.
Las dosis óptimas aún no se han determinado, pero los investigadores creen que se necesitan aproximadamente 10 millares de organismos al día. Parece mucho, pero en realidad solo es una cápsula o dos.
Asegúrate de guardar los suplementos en el refrigerador, ya que los probióticos son organismos vivientes. Sin embargo, no los pongas en el congelador; las temperaturas de congelación (así como las temperaturas elevadas) matan con facilidad los cultivos.
¿Consumes regularmente yogur de este tipo en tu dieta?
Extracto del libro ‘1001 remedios caseros. Tratamientos confiables para problemas de salud cotidianos’, editado por Selecciones Reader’s Digest.