Entre niños: ¡Quiero unas cucarachas como esas!
Mientras mi hija ayudaba a su hijo mayor —entonces de seis años— a hacer la tarea escolar, yo entretenía con dibujos al pequeño...
Mientras mi hija ayudaba a su hijo mayor —entonces de seis años— a hacer la tarea escolar, yo entretenía con dibujos al pequeño, de tres. Dibujé una casita en medio de un campo, con manzanos, hierba, flores, pájaros y el cielo. Luego le dije que coloreara el dibujo, y el niño eligió los colores exactos para cada cosa. Pero al ver que pintaba la casa de negro, sorprendida le
pregunté:
—¿Por qué coloreas de negro una casa tan bonita?
Muy serio, mi nieto contestó:
—¿Y por qué no? ¿En tu casa no se va la luz, abuelita?
María Cristina Revueltas, México
Cierta vez mi familia y yo fuimos a un restaurante de lujo para celebrar una fecha especial. En la mesa de al lado estaba una pareja comiendo un enorme plato de langostinos, al cual mi hija menor se quedó mirando fijamente desde su silla.
En el momento de tomar la orden, el mesero, que era muy simpático, le preguntó a la niña:
—¿Y qué desea comer la señorita?
Sin pensarlo dos veces, ella señaló el plato de langostinos de la pareja y a todo pulmón exclamó:
—¡Yo quiero de esas cucarachas que están comiendo esas personas!
Isabel Cedeño, República Dominicana
Las mejores amigas
Un día estaba yo en la cocina preparando la cena, y mi hija Allison, de tres años y medio, que jugaba cerca de mí, exclamó:
—¡Siempre serás mi mejor amiga!
Muy conmovida por sus palabras, la miré y respondí:
—Tú también lo serás, mi amor.
—¡Mamá! —repuso la niña, enojada—. ¿Por qué te entrometes? Estoy hablando con mi amiga imaginaria.
Ileana López, Costa Rica
Mi hija Dolly odia los mosquitos y, por desgracia, en el lugar donde vivimos abundan. Una noche, cuando la niña tenía cinco años, estábamos desesperadas porque un mosquito revoloteaba por el cuarto, y Dolly de repente gritó:
—¡Allí va! ¡Es el mismo de ayer!
Sorprendida, le pregunté:
—¿Cómo sabes que es el mismo?
—Porque está volando de lado, ¡y al que golpeé ayer quedó cojo!
Irma Ortega, Panamá
Tecnología de punta
En una ocasión, mi prima de siete años y yo estábamos viendo una foto familiar en Facebook. Como la imagen estaba etiquetada, cada vez que pasaba yo el cursor sobre la cara de alguien aparecía su nombre.
Asombrada, mi prima exclamó:
—¡Mira, la computadora se sabe los nombres de todos nosotros!
Citlali Fuentes, México