La razón de decirte que incluyas la ingesta de tomate en tu rutina -comúnmente llamado “jitomate” en México-, es que favorece la salud del corazón.
Los tomates o jitomates, más que un simple ingrediente culinario ya sea clasificado como fruta o verdura, son auténticos tesoros nutricionales que deberías considerar incorporar de manera regular en tu dieta.
Un estudio reciente ha demostrado que el consumo diario de tomate, o de productos a base de tomate, reduce el riesgo de hipertensión en un 36%. En concreto, la investigación, publicada en el European Journal of Preventive Cardiology, analizó a 7.056 participantes, de los cuales el 82,5% tenía hipertensión. Los participantes fueron divididos en cuatro grupos según la cantidad de tomate que consumían al día. Los resultados mostraron que las personas que consumían una cantidad intermedia o máxima de tomate tenían una presión arterial más baja que las que consumían menos tomate.
El nombre de esta hortaliza/fruta procede del término náhuatl “xitomatl” o “tomate con ombligo”, y se mantiene como un cultivo vital en las tierras de cultivo mexicanas, al tiempo que se mantiene en el panorama culinario internacional.
Consumir jitomate nos ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, aportando beneficios al sistema digestivo, cardiovascular y a la salud visual.
Seguro que alguna vez te has encontrado frente a una gran variedad de tomates (raf, corazón de buey, kumato, cherry…); en el mundo se han desarrollado más de 20.000 variedades de tomates con formas, colores y aromas peculiares. La mayoría son rojas, pero también las hay amarillas, naranjas, rosadas, púrpuras, verdes o incluso multicolores y rayadas. Elijas la variedad que elijas, te beneficiarás de sus propiedades nutritivas por lo que la OMS recomienda su consumo.
Los investigadores creen que el licopeno, un pigmento rojo que se encuentra en el tomate, es el responsable de estos beneficios. El licopeno es un potente antioxidante que puede ayudar a reducir la producción de angiotensina, una hormona que estrecha los vasos sanguíneos y aumenta la presión arterial.
Además del licopeno, el tomate también contiene otros nutrientes que pueden ayudar a proteger el corazón, como los flavonoides y la vitamina C. Los flavonoides son antioxidantes que pueden ayudar a reducir la inflamación y el riesgo de enfermedades cardíacas. La vitamina C es un antioxidante que ayuda a proteger las células del daño.
Otros beneficios de los fitoquímicos que contiene el tomate es que mantienen la salud de los ojos y pueden tener un efecto protector contra la degeneración macular vinculada a la edad y otras enfermedades de la vista.
A modo de guía, 80 gramos de tomate representan una de las cinco porciones de frutas y verduras al día que recomienda la Organización Mundial de la Salud como parte de una dieta saludable.
Los tomates son un alimento versátil que se puede disfrutar de muchas maneras. Aquí hay algunas ideas para incorporar más tomates en tu dieta:
Incluir tomates en tu dieta es una forma fácil y deliciosa de mejorar tu salud.
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