¿Realmente existe el mal de ojo?
Será cierto que algunos pueden "enviar" maldad con sus ojos? ¿Y otros sentirse afectados por ello? A ustedes, ¿les han echado el mal de ojo?
El Mal de Ojo se refiere a la creencia en la capacidad de algunas personas para maldecir a otras con solo mirarlas. Se cree que este acto puede traer desgracias, enfermedades y malestar a la vida de la persona afectada. Pero, ¿es esto realmente posible?
La creencia en el mal de ojo ha sido una parte integral de muchas culturas a lo largo de la historia. La idea de que alguien pueda proyectar energía negativa a través de su mirada ha llevado a rituales protectores y amuletos para contrarrestar esta influencia.
Lo cierto es, que siempre nos han dicho que los ojos son la ventana del alma. Y ya dependerá de nosotros si decidimos irradiar luz y ver con buenos ojos el progreso y la felicidad ajena o todo lo contrario.
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“Los orígenes de esta creencia se remontan a civilizaciones antiguas como Babilonia, Egipto, los sumerios y los hititas. Estas culturas creían que las emociones negativas de una persona se manifestaban a través de sus ojos”, describe Carmen Torrente en su libro “La superstición dice…”.
Así, desde las Gorgonas griegas y su mirada paralizante hasta las historias celtas de hombres que podían controlar a los caballos con sólo una mirada, el mal de ojo impregnó prácticamente todas las culturas a lo largo de miles de años. Y con él, cada civilización creó sus propios amuletos protectores.
Como “antídoto”, los egipcios se delineaban los ojos con Kohl, un compuesto a base de antimonio que preparaban los adivinos para los hombres, y las propias mujeres en su caso.
“En la antigua Roma”, agrega Torrente, “se contrataba a hechiceros profesionales especializados en el mal de ojo para que lanzaran su magia contra los enemigos de una persona”. Mientras que en la Edad Media, como ocurría a menudo, tener la mirada errante o cualquier problema de visión convertía a una persona en candidata a la horca o a la hoguera.
En Asia Central, Grecia, Turquía y en la región oeste de China también se creía -y aún se cree- en el ojeo y los temibles efectos de una mirada fuerte y “mala”.
Se cree que el mal de ojo causa síntomas como dolores de cabeza, fatiga, dolor de estómago y malestar inexplicable. Sin embargo, estos síntomas también pueden atribuirse a otros factores.
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El amuleto más popular para protegerse de las malas vibras es el ojo turco. Se cree que este amuleto absorbe la energía negativa y la devuelve a su origen.
De acuerdo a algunas creencias, el ojo turco se remonta a la invasión de los pueblos nórdicos en Anatolia. Los turcos creían que los ojos azules de los nórdicos eran un signo de mal agüero, por lo que crearon el ojo azul: Nazar Boncuk (o el grano malvado del ojo), que es un “ojo”, a menudo sobre un fondo azul, que mira fijamente para proteger de la maldad a sus usuarios y para mantenerlos al margen de todo daño”.
Otro amuleto popular para protegerse de las malas vibras es la mano de Fátima. Este amuleto tiene la forma de una mano abierta con cinco dedos. Cada dedo representa una virtud: fe, esperanza, caridad, sabiduría y justicia.
Potente en su rol protector, el Ojo de Horus egipcio también es considerado uno de los talismanes anti-envidia más reconocidos.
Esta pregunta es tan difícil de responder como la de si existe Dios, porque todo depende de nuestra predisposición a creer en estas ideas.
¿Qué opinan? ¿realmente el mal de ojo es un mito o es algo real? Los leemos en los comentarios.
Con información del Clarín, La Vanguardia