Recupera tu belleza con hilos tensores
Si tu rostro o cuerpo están resintiendo el paso de los años, pero no te animas a pasar por el quirófano, no te preocupes, ya existen mejores métodos.
Este procedimiento de medicina estética mínimamente invasivo rejuvenece rostro, cuello y cuerpo.
Si tu rostro o cuerpo están resintiendo el paso de los años, pero no te animas a pasar por el quirófano, no te preocupes, pues cada vez existen más y mejores métodos para detener aunque sea un poco el tiempo.
Aunque son mayormente conocidos como hilos rusos (que en realidad es una marca) su nombre genérico es hilos tensores o hilos de sustentación, los cuales se usan en intervenciones de medicina estética desde hace más de 20 años con la finalidad de devolver a su sitio el tejido que se ha colgado por el paso de la edad.
Aunque esta técnica no es nueva, está viviendo su segundo aire, pues hace algunos años se dejaron de utilizar. “Era complicado colocarlos y aunque había buenos resultados no eran espectaculares, así que los pioneros de esta técnica idearon una mejor manera de usarlos” explica Alejandro Coello Manuell, director médico de la Clínica Bariatría y Medicina Estética.
Reposicionan el tejido que se ha caído con el paso del tiempo. “Con la edad los músculos se vuelven flácidos y se pierde hueso y grasa, lo que modifica el rostro, entonces lo que hace el hilo tensor es reposicionar esa piel en donde estaba. El hilo se coloca en la capa más profunda de la piel y desde ahí se ancla los músculos”.
Este proceso no requiere cirugía ni nada por el estilo. Es un método tan fácil y rápido de realizar que entre los especialistas lo conocen como procedimientos para la hora de la comida.
“Y es otros de los avances médicos en este rubro es que los hilos tensores ahora son autosustentables, no se requiere cirugía ni costuras” puntualiza este especialista, quien cuenta con un posgrado en Medicina Estética y Quirúrgica Mínimamente Invasiva por la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Precisó que este método reposiciona el tejido pero no da volumen, una confusión muy generalizada. “Algunas personas se confunden con los procedimientos que ofrecen relleno, así que hay que dejar claro que los hilos no dan volumen”.
Esta nueva generación de hilos se caracteriza por ser absorbible al cien por ciento por el cuerpo. “Antes se usaban hilos de nailon —que duraban cinco, seis años— pero como el proceso de envejecimiento continúa se perdía la tensión, pero no de manera uniforme, sino más de un lado que de otro, y como la piel perdía grosor, se notaba el hilo, se veía como una vena azul, y era inadecuado y antiestético”.
Ahora se usa polidioxanona —un material de sutura que se utiliza desde hace más de dos décadas en las operaciones cardiovasculares — que da una fortaleza muy buena y la reabsorción es a los seis meses y el efecto tensor se prolonga un par de años. “Lo que se busca es que alrededor del hilo colocado se forme colágena que encapsule el hilo y mantenga la tensión, la cual durará según el proceso de envejecimiento de cada persona”.
Es un proceso ambulatorio pues no hay cortes ni suturas, pero se deben tener ciertas precauciones:
Estas recomendaciones deben seguirse al pie de la letra durante un mes, pues la formación de colágena tarda 21 días aproximadamente.
Seguramente te preguntarás qué tan doloroso es este proceso. Según la experiencia de Alejandro Coello Manuell, en una escala del 1 al 10 en donde 10 es lo más doloroso, el procedimiento alcanzaría un 3 o 4. “La molestia depende de cada persona, los hombres, por ejemplo, son menos tolerantes al dolor, pero no es un proceso intenso”.
Explicó que actualmente se realiza un orificio con un instrumento que tiene una punta roma, y solo por ahí se trabaja a nivel facial, lo que reduce infinitamente las molestias y los moretones. “El paciente siente que algo pasa por su cara, pero no hay dolor si lo realizan manos expertas” aclara.
Otra novedad en este procedimiento son la aparición de los hilos estimuladores de colágeno. También son de polidioxanona pero en lugar de ser colocados en la capa más profunda de la piel, se ubican en la capa media, lo que ayuda a la estimulación de fibroblastos, que son los que le dan estructura al rostro y lo rejuvenecen. “También ayudan mucho para la celulitis, pues mejora de manera importante la textura de la piel” explica el cirujano.
Cuando se colocan estos hilos —para los cuales se usa una aguja más fina porque son más delgados— se crea una malla a nivel facial para que se recupere el sostén perdido, así que se realizan unos 20 piquetes a cada lado del rostro.
El procedimiento se realiza en unos 20 minutos, y alcanza su efecto máximo entre 1 y 3 meses. “Si alguien desea usarlos para un evento en particular, debe acudir al tratamiento por lo menos un mes y medio antes” puntualiza Alejandro Coello Manuell.
Infinidad de personas dicen que debe ser después de los 40 años, pero la realidad es que depende del proceso de envejecimiento de cada persona.
“Hay que recordar que el proceso de envejecimiento inicia a los 24 años, y que a partir de los 30 empezamos a perder el 1 por ciento del colágeno por año. Además, si aplico hilos tensores a alguien de 70 años que jamás usó nada, pues el resultado no será el mismo que en una persona que desde los 30 años inició con procesos antienvejecimiento como los hilos tensores” explica.
¿Se contrapone con otros tratamientos?
El doctor Alejandro Coello Manuell recomienda no realizarse dos tratamientos en una misma zona. “Yo prefiero realizar un procedimiento y esperar a ver el efecto antes de realizar algo más”.