Un fumador tiene de 2 a 3 veces más probabilidades de desarrollar cataratas que una persona que no fuma. Le tomaría 10 años a una persona que dejó de fumar alcanzar el nivel de salud visual de una persona que jamás ha fumado.
A pesar de la gran importancia que tiene el sentido de la vista es común cuidarlo poco y exigirle mucho.
En el mundo hay al menos 2200 millones de personas con deterioro de la visión cercana o distante.
México es un país que carece de información estadística sobre salud visual.
Los resultados de la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición revelan que solamente el 53.4% de los consultados se ha realizado un examen de la vista, y de ellos 17.7% usa algún tipo de anteojos.
En promedio, los ojos se exponen a diferentes tipos de iluminación de 12 a 16 horas al día, lo que aunado al consumo de tabaco, la contaminación ambiental o enfermedades como la diabetes, contribuyen al desarrollo de patologías oculares recurrentes como
Con tres millones de casos y 140 mil nuevos anualmente se posiciona como un desafío a los sistemas de salud nacionales e internacionales, destacó Rodolfo Sánchez, especialista en oftalmología, adscrito al servicio de Segmento Anterior, en APEC Hospital de la Ceguera.
En esta enfermedad se nubla el cristalino, lo que ocasiona visión borrosa, sensibilidad a la luz, alteración del color percibido, entre otros síntomas.
Por lo general es resultado del envejecimiento natural del ojo, lesiones, defectos congénitos o condiciones médicas como la diabetes.
Sin embargo, una de las causas comunes de este padecimiento ocular que puede prevenirse es el consumo de tabaco.
Fumar aumenta la cantidad de radicales libres, responsables de dañar los lípidos y proteínas en los ojos, lo que comúnmente provoca la aparición prematura de catarata.
Se estima que el 20 por ciento de las cataratas en el mundo se relaciona con el consumo de tabaco.
Asimismo, estudios recientes han demostrado que el uso de cigarrillos electrónicos puede también afectar la salud visual al producir cataratas, reducir el flujo sanguíneo hacia los ojos, alterar la función de la retina y como resultado de la presencia de radicales libres, dañar el ADN.
En este sentido, un fumador, ya sea de tabaco o vape, tiene de dos a tres veces más probabilidades de desarrollar cataratas que una persona que no fuma.
“La catarata es una enfermedad tratable, sin embargo, de no atenderse puede empeorar rápidamente y afectar la visión de manera severa, generando incluso la pérdida de la visión”, dijo el especialista.
El tratamiento más común es una cirugía, en la cual se extrae el cristalino del ojo para ser reemplazado por un lente artificial, siendo un procedimiento seguro y ambulatorio, en donde el paciente podrá recobrar la calidad de vida y realizar sus actividades con mayor facilidad..
En México hay 15 millones de fumadores, de los cuales el 5 por ciento son adolescente.
Este hecho resulta alarmante, debido a que el tabaquismo afecta tanto a los consumidores activos como a los pasivos, es decir aquellos que respiran el humo de segunda mano.
Además, se estima que le tomaría 10 años a una persona que dejó de fumar alcanzar el nivel de salud visual de una persona que jamás ha fumado, por ello es fundamental entender los efectos del consumo de cigarros de tabaco y electrónicos en la salud visual, así como acudir con el especialista en oftalmología de manera regular ante cualquier anomalía para prevenir discapacidad visual.
A través de la campaña No + Catarata APEC, Hospital de la Ceguera, realiza 450 cirugías mensuales, con atención digna, de calidad, tecnología de punta y de la mano de especialistas altamente calificados, con la intención de brindar a miles de mexicanos la esperanza de recuperar la vista por culpa de las cataratas.
Los ojos se exponen a un sinfín de factores externos que contribuyen al desarrollo de patologías oculares.
En México existen 2 millones 691 mil personas con una deficiencia visual debido a problemas oculares como: errores de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia), catarata senil, degeneración macular, glaucoma, retinopatía diabética y opacidad en la córnea, según el INEGI.
Respecto a la relación entre la nutrición y la salud de nuestros ojos, hoy múltiples estudios científicos respaldan que la dieta es un factor clave del estilo de vida y que puede tener efectos a largo plazo sobre la salud ocular.
Factores como la contaminación ambiental, el tabaquismo y el estrés, y los famosos radicales libres (proceso oxidativo), pueden reducir la salud visual.
Para ralentizar este proceso oxidativo, es de suma importancia promover el consumo adecuado de antioxidantes en la dieta diaria como los que se encuentran en las vitaminas A, B1, B2, B3, B6, B9, B12, C y E, así como de luteína y zeaxantina.
Los alimentos que consumimos influyen directamente en el bienestar de los ojos.
Los tejidos oculares humanos acumulan selectivamente los carotenoides dietéticos (como luteína y zeaxantina) y concentran estos pigmentos en las capas internas de la fóvea ocular. Esto permite lograr la visión del color.
La deficiencia de micronutrientes en la dieta es cada vez mayor pero los suplementos alimenticios de calidad apoyan la recomendación diaria de ingesta de estos nutrimentos, explica Marien Garza, miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife Nutrition.
Se recomiendan suplementos que incluyan micronutrientes como los ácidos grasos omega 3 (DHA y EPA), la luteína y otros antioxidantes.
Recientemente se descubrió que el uso de suplementos alimenticios de calidad farmacéutica (nutracéuticos), puede influir de manera positiva en la salud visual.
Un estudio realizado por Brudy Lab demostró no solo los beneficios de la Tridocosahexanoína-AOX: Triglicérido de DHA antioxidante (omega 3), sino también, la seguridad y eficacia en el abordaje de diferentes patologías oculares.
Este triglicérido de DHA patentado facilita la absorción digestiva, estimula la conversión a fosfolípido y su inserción en la membrana celular; tal fenómeno celular se convierte en una estructura preservada que brinda seguridad.
La formulación patentada del DHA imita a la naturaleza humana, lo que garantiza su biodisponibilidad en las membranas celulares, donde contribuye al funcionamiento visual y cerebral, explica Jaume Borras, director general y director médico de Brudy Lab.
Este DHA también mantiene el nivel normal de triglicéridos en la sangre, lo que frena la senescencia (detención de la división celular) celular, lo que trae poderosos efectos antioxidantes.
Existen suplementos alimenticios con el triglicérido de DHA (omega 3) que brindan beneficios especiales para cada tipo de persona y patología, como ojo seco, degeneración macular asociada a la edad y retinopatía diabética, por mencionar algunas.
“Además de una dieta rica en vitaminas, y aun cuando el uso de suplementos alimenticios puede contribuir a un óptimo nivel de antioxidantes, lo más recomendable es acudir con el especialista para una valoración integral y un tratamiento adecuado”, agregó el Dr. Borras.
La investigación continúa descubriendo el fuerte vínculo entre la nutrición y el rendimiento visual.
Todos somos responsables de cuidar nuestros ojos, nuestra ventana al mundo. Recuerda hacerte un examen visual periódicamente y llevar a cabo un estilo de vida saludable.
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