Si buscas un respiro del estrés, pocas cosas caen tan bien como un día relajado: cielo azul, arena tibia y olas del mar son una manera de desvanecer la tensión. Pero… ¿sabías que el mar es un bálsamo tanto para el cuerpo como para la mente?
Las plantas y los animales marinos son fuente de diversos medicamentos y están en investigación muchos más provenientes del mar, como un protector solar muy poderoso de una medusa y un remedio contra la osteoporosis derivado del coral.
Una dieta rica en pescados, como las sardinas y el atún, evitan la coagulación de la sangre, que provoca ataques cardíacos.
Lo demostraron así pruebas clínicas a raíz de que los investigadores observaron una baja incidencia de enfermedades coronarias entre los groenlandenses, que comen mucho pescado.
Ahora parece que los mismos ácidos grasos del omega 3 del pescado que protegen contra la coagulación también son eficaces contra diversos problemas de salud, como la depresión y las inflamaciones, como la psoriasis, la artritis reumatoide y la enfermedad de Crohn, así como el lupus y el eczema.
Incluso pueden aminorar los cólicos menstruales. Si te gusta el sabor del pescado, toma cápsulas de aceite de pescado.
Las algas marinas son más que un fantástico envoltorio para sushi. El nori, el alga marina, la lechuga de mar, el alga marina roja y otras —existen más de 2 mil 500 variedades— son espléndidas fuentes de proteínas y fibra de la dieta alimentaria. Contienen hasta 20 veces más de las vitaminas y minerales de los vegetales que crecen en la tierra.
A diferencia de las plantas terrestres, las algas contienen vitamina B12. Esto es sustancial porque a medida que más gente reduce su consumo de carne y productos lácteos —las fuentes usuales de B12— más deficiencia tienen de esa vitamina. Esto ocasiona fatiga, depresión y hormigueo.
El alga marina también es fuente de ácido algínico, que ayuda al organismo a eliminar los metales pesados tóxicos como el plomo. Además, contiene compuestos que ayudan a prevenir el cáncer.
El nori, por ejemplo, es rico en el antioxidante beta-caroteno que, como todos los antioxidantes, neutraliza las moléculas dañinas conocidas como radicales libres antes de que dañen el ADN que acabará por provocar tumores malignos.
Las algas son tan populares en la cocina asiática como las tortillas en México, lo que permite explicar porque las tasas de cáncer en Asia son tan bajas.
Al igual que el cáncer, la obesidad es mucho más rara en Japón que en la mayoría de los países occidentales. Una teoría sugiere que la abundancia de algas ricas en iodina de la comida japonesa sirve para mejorar el metabolismo.
Los procesos metabólicos están gobernados en parte por las hormonas tiroideas, y el hipotiroidismo, puede deberse a una deficiencia de iodina. En ese caso, ingiere más iodina y mejorara la producción de hormonas tiroideas y, a la par, tu metabolismo. Las señales de una glándula tiroidea hipoactiva incluyen fatiga, letargo y piel reseca.
La mayoría de los mexicanos obtiene mucha iodina de la sal yodatada, pero si tu médico te aconseja consumir más iodina —por ejemplo, para ayudar a la tiroides hipoactiva—, agrega algas a tu dieta.
Las algas marinas se venden frescas o secas: las variedades secas necesitan rehidratarse remojándolas en agua antes de ingerirlas.
Alga marina roja: Sus hojas rojas son populares en Irlanda donde a menudo la combinan con puré de papas con mantequilla y luego las fríen.
Alga marina: Sus hojas, largas y café oscuro, con forma de manos se pican y se agregan a las sopas. O secas se vierten sobre los alimentos.
Lechuga de mar: Cultivada en la costa oeste de Swansea, ‘el pan de hoja de lechuga’ en puré se recubre de hojuelas de avena y se fríe hasta que queda crocante, listo para el desayuno.
Nori: Esta alga marina japonesa se vende en hojas (como el papel) y se usa para envolver el arroz o el sushi. O puede cortarse en tiras y usarla como adorno saborizante en la sopa.
Wakame: Otra variedad japonesa, el wakame (o alaria) se usa para dar sabor a las sopas, pero también se corta en tiras para los asados, verduras fritas o ensaladas.
El alga marina está llena de sal. Si necesitas limitar tu ingestión de sodio —por ejemplo, por presión alta—, remoja las hojas antes de agregarlas a las recetas.
¿Qué productos del mar incluyes en tu dieta?
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