El renacer del chocolate mexicano
En el Día Internacional del Chocolate diversos sectores alzan la voz para defender la grandeza del cacao y del chocolate.
La historia del chocolate mexicano es, por decir lo menos, agridulce. Aunque México es la cuna del cacao y de uno de sus más ricos derivados, -el chocolate-, la producción cacaotera es mínima y el consumo de chocolate es de los más bajos del mundo.
Alimento que antes era considerado alimento de los dioses y ahora es visto como comida chatarra.
México es de los pocos países con las condiciones propicias para la producción de cacao, situación que se ha desaprovechado. “Solamente se producen 28 mil toneladas al año, mientras que un país más pequeños en extensión geográfica como Costa de Marfil, produce un millón y medio de toneladas anualmente” explicó José Ramón Fernández, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolate, Dulces y Similares A.C. (ASCHOCO).
México solamente aporta el 0.5 por ciento de la producción mundial total con una producción de aproximadamente 28 mil toneladas.
La producción es tan baja que México se ha convertido en un importador neto que recibe cada año 63 mil toneladas.
Mientras que una persona en Suiza consume en promedio unos 11 kilos de chocolate al año y mantiene un peso saludable, en México, donde se comen 729 gramos al año per cápita, el índice de obesidad es muy elevado, así que no existe ninguna vinculación entre el chocolate y el sobrepeso, precisó Jorge Castañeda, director general de ASCHOCO.
El cacao representó para las culturas prehispánicas mesoamericanas un preciado y misterioso fruto, alimento sagrado y atesorada moneda.
Debido a las exigencias climáticas, el cacao sólo se cultiva en una banda geográfica muy estrecha cercana al Ecuador.
México le dio al mundo este regalo único, -el chocolate y todo el conjunto de conocimientos que hay en torno al cacao-, y se dice fácil pero hablamos de infinidad de siglos, de prácticas continuas, de un vasto entendimiento del paisaje y la naturaleza, de una íntima relación del hombre con el cacao y con su carácter metafísico, de un sofisticado desarrollo gastronómico y terapéutico y de un valor económico tan grande que primero fue moneda de cambio y hoy en día es un producto básico que se comercia en las bolsas de valores internacionales y que viaja grandes distancias en volúmenes asombrosos, resaltó Ana Rita García Lascurain, directora del Museo del Chocolate.
Hoy tenemos una oportunidad histórica de revalorar el patrimonio nacional, de recuperar nuestros cacaos nativos, de reafirmar este acervo ancestral de conocimiento y establecer una plataforma sólida para las siguientes generaciones, agregó.
“Tenemos en las manos un capital cultural y económico de un gran potencial, el mundo entero está a la expectativa de este renacimiento del chocolate mexicano” dijo García Lascurain.
Este delicioso producto no escapa de tener una fecha para disfrutarlo y celebrarlo: el 13 de septiembre, fecha de nacimiento del escritor inglés Roald Dahl, creador del celebérrimo cuento ‘Charlie y la Fábrica de Chocolate’, escrito en 1964.
Y para celebrar la fecha se montó una exposición en el Senado de la República, -que estará abierta al público del 12 al 15 de septiembre-, con el objetivo de sensibilizar a todos los visitantes sobre el valor cultural, gastronómico, económico, social y regional que tienen el chocolate y el cacao.
Acude a Mucho (Museo del Chocolate), una institución sin fines de lucro que busca enaltecer la aportación mexicana del chocolate al mundo así como promover manifestaciones artísticas, culturales y gastronómicas relacionados con este producto.
También puedes asistir a la Academia del Chocolate, una organización multidisciplinaria centrada en la experimentación y la investigación. Pide más informes en el Museo del Chocolate (www.mucho.org.mx)
Ana Rita García Lascurain destacó la importancia de considerar a la cultura mexicana del chocolate como un patrimonio nacional.
Así que ya sabes, si quieres unirte a este esfuerzo habla bien del chocolate, consume chocolate y regala chocolate.