Como si la sensibilidad en los senos y las agruras nocturnas no fueran suficientes, ahora, a la mitad del segundo trimestre tienes el primer resfriado del embarazo.
En los estantes de las farmacias hay un ejército de medicamentos para el resfriado y la influenza, y la variedad de opciones puede intimidar a una persona normal. Pero, cuando estás embarazada, la elección puede ser realmente atemorizante.
Aunque siempre debes consultar primero al ginecólogo/obstetra antes de tomar cualquier medicamento cuando estás embarazada, he aquí una guía de lo que puedes considerar tomar –y evitar– en caso de resfriado.
Lo primero que debes hacer –estés o no embarazada– cuando tienes un resfriado y/o influenza, es buscar un solo medicamento que trate tu síntoma principal, como nariz congestionada o dolor sinusal. De otro modo, puedes tomar más medicamentos de los que tenías planeado.
A veces los resfriados se acompañan de dolor y fiebre. Si éste es el caso, toma acetaminofén (como Tylenol).
“Es obvio que las mujeres que presentan fiebre y cuerpo cortado debido a un resfriado deben recibir tratamiento”, dice el doctor Gideon Koren, científico principal del Hospital para Niños Enfermos de Toronto, y director del programa Motherisk, que aconseja a las mujeres embarazadas sobre los medicamentos, sustancias y seguridad en el embarazo.
Sin embargo, es mejor evitar los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ácido acetilsalicílico (por ejemplo, la aspirina), pues se ha relacionado con complicaciones durante el parto.
También evita los otros AINEs, incluyendo el ibuprofeno (como el Advil), sobre todo en el último trimestre. “Algunos de estos compuestos pueden ser problemáticos en la parte final del embarazo, ya que pueden cerrar en el feto un vaso sanguíneo llamado conducto arterioso”, dice el doctor Koren.
Estos medicamentos ayudan a aflojar y a expulsar las flemas que provoca un resfriado, dice Anne Marie Picone Ford, farmacéutica de Moncton, Canadá. “Para estos casos, busca un medicamento que contenga guaifenesina”, añade.
Otra forma de lidiar con la tos es elegir un inhibidor, que literalmente trata de evitar que se produzca la tos. “La tos puede ser potente y afectar la función y capacidad para dormir de una mujer”, señala el doctor Koren.
Y aunque el dextrometorfano (DM), el ingrediente activo en muchos jarabes para la tos es seguro durante el embarazo, a veces los inhibidores de tos se toman junto con otros medicamentos. “En este caso debes consultar al médico, sobre todo si se trata de una tos muy terca o prolongada”, dice el doctor Koren.
Estos medicamentos, presentes en una variedad de formas (por ejemplo, medicamentos orales, aerosoles o gotas nasales, etc.) están diseñados para aliviar la congestión en la nariz y la cabeza.
Pero úsalos con precaución y sólo cuando sea absolutamente necesario, sugiere el doctor Koren. “Le sugerimos a las mujeres considerar las gotas o aerosoles nasales (como Otrivin), pero no debes abusar de ellos. Así que durante la fase aguda del resfriado úsalos antes de dormir para que liberen las vías respiratorias durante el sueño”, dice.
“Y la razón por la que se administra el aerosol nasal es porque se absorbe muy poco de él sistemáticamente en la circulación de la madre. Así, el riesgo para el bebé es mínimo o inexistente”.
Si buscas formas naturales de aliviar estos molestos síntomas, te sugerimos probar…
Los humidificadores elevan el nivel de humedad en una habitación, lo cual facilita la respiración, así que elige uno que puedas usar específicamente en la noche.
Un consejo: elige un humidificador de rocío frío para evitar quemaduras, sobre todo porque es muy probable que también lo uses con tus hijos, ya que los humidificadores se recomiendan ampliamente para ayudar a aliviar los síntomas de resfriado en los niños.
También puedes apuntalar las almohadas para ayudar a aliviar la tos, pues esto evita el escurrimiento postnasal que a menudo provoca la tos nocturna.
Beber una taza de té puede ayudarte a aliviar el dolor y la congestión. “Pero primero revisa qué contiene el té, pues cada vez son más los que vienen en forma de mezclas”, sugiere el doctor Koren.
Cerciórate de que no tenga ingredientes poco saludables o contraindicados.
“A pesar de que aún existe controversia respecto a la eficacia de este producto natural, llevamos a cabo un estudio importante en el embarazo, pues varias de nuestras pacientes lo usan y no podíamos darles pautas de seguridad”, dice el doctor Koren.
“Resultó ser seguro, y muchas mujeres dijeron que las había ayudado”.
“La vitamina C también es segura, pero no abuses de ella tomando muchos gramos”, dice el doctor Koren. (Para las mujeres embarazadas se recomiendan aproximadamente 85 mg diarios).
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