La resistencia a la insulina es una condición en la que las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina, una hormona producida por el páncreas. La insulina es responsable de transportar la glucosa, un azúcar, de la sangre a las células para que se use como energía. Cuando las células son resistentes a la insulina, la glucosa se acumula en la sangre, lo que puede conducir a complicaciones de salud, como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas y el accidente cerebrovascular.
¿Quiénes son propensos a la resistencia a la insulina?
Cualquier persona puede experimentar resistencia a la insulina, pero ciertos factores aumentan el riesgo. El sobrepeso es uno de los principales impulsores, junto con antecedentes familiares de diabetes tipo 2 y la edad, especialmente si superas los 45 años. La ascendencia africana, latina o indígena estadounidense también se asocia con un mayor riesgo, al igual que el hábito de fumar o el consumo de ciertos medicamentos, como esteroides y antipsicóticos.
Además, trastornos como la apnea del sueño, la enfermedad del hígado graso, el síndrome de ovario poliquístico, el síndrome de Cushing y los síndromes de lipodistrofia están relacionados con la resistencia a la insulina.
Síntomas
La resistencia a la insulina puede ser difícil de diagnosticar, ya que al principio suele no presentar síntomas. Sin embargo, a medida que la condición empeora, pueden aparecer los siguientes signos y síntomas:
- Hambre constante o incluso después de comer
- Aumento de la micción, especialmente por la noche
- Hormigueo en las manos y los pies
- Cansancio
- Subir de peso
- Manchas oscuras en la piel, especialmente en las axilas, la ingle y el cuello (acantosis nigricans)
Si tiene alguno de estos signos o síntomas, es importante que consulte a su médico para que le haga pruebas para detectar la resistencia a la insulina.
Cómo se diagnostica la resistencia a la insulina
No hay una prueba única para diagnosticar la resistencia a la insulina. Tu médico puede realizar una serie de pruebas para evaluar tu riesgo, incluyendo:
- Prueba de glucosa en ayunas: esta prueba mide el nivel de glucosa en la sangre después de no haber comido durante 8 horas. Un nivel de glucosa en ayunas de 100 mg/dl o más es un signo de prediabetes.
- Prueba de hemoglobina A1c: esta prueba mide el nivel promedio de glucosa en la sangre durante los últimos 2 a 3 meses. Un nivel de hemoglobina A1c del 5.7% o más es un signo de prediabetes.
- Prueba de tolerancia a la glucosa oral: esta prueba mide cómo el cuerpo responde a la glucosa después de beber una solución de glucosa. Un nivel de glucosa en la sangre de 140 mg/dl o más a los 2 horas de la prueba es un signo de prediabetes.
Algunos otros indicios a los que los médicos pueden prestar atención incluyen sobrepeso, presión arterial elevada, triglicéridos altos y niveles bajos de colesterol de lipoproteínas de alta densidad.
Si el médico determina que tiene resistencia a la insulina, es importante que trabajes con él para desarrollar un plan de tratamiento. El objetivo del tratamiento es reducir los niveles de glucosa en la sangre y prevenir complicaciones de salud.
El tratamiento de la resistencia a la insulina puede incluir:
- Cambios en el estilo de vida, como perder peso, comer una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente
- Medicamentos, como metformina, pioglitazona o rosiglitazona
Los cambios en el estilo de vida son la base del tratamiento de la resistencia a la insulina. Perder incluso una pequeña cantidad de peso puede ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina. Una dieta saludable que incluya muchas frutas, verduras y cereales integrales también puede ayudar. El ejercicio regular, al menos 30 minutos al día, 5 días a la semana, también es importante.
Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar la resistencia a la insulina, el médico puede recetar medicamentos. Los medicamentos para la diabetes, como la metformina, la pioglitazona y la rosiglitazona, pueden ayudar a que el cuerpo sea más sensible a la insulina.
Con un diagnóstico y tratamiento tempranos, la resistencia a la insulina se puede controlar y prevenir complicaciones de salud.