La resistencia a la insulina es una condición en la que las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina, una hormona producida por el páncreas. La insulina es responsable de transportar la glucosa, un azúcar, de la sangre a las células para que se use como energía. Cuando las células son resistentes a la insulina, la glucosa se acumula en la sangre, lo que puede conducir a complicaciones de salud, como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas y el accidente cerebrovascular.
La ascendencia africana, latina o indígena estadounidense también se asocia con un mayor riesgo, al igual que el hábito de fumar o el consumo de ciertos medicamentos, como esteroides y antipsicóticos.
Además, trastornos como la apnea del sueño, la enfermedad del hígado graso, el síndrome de ovario poliquístico, el síndrome de Cushing y los síndromes de lipodistrofia están relacionados con la resistencia a la insulina.
La resistencia a la insulina puede ser difícil de diagnosticar, ya que al principio suele no presentar síntomas. Sin embargo, a medida que la condición empeora, pueden aparecer los siguientes signos y síntomas:
Si tiene alguno de estos signos o síntomas, es importante que consulte a su médico para que le haga pruebas para detectar la resistencia a la insulina.
No hay una prueba única para diagnosticar la resistencia a la insulina. Tu médico puede realizar una serie de pruebas para evaluar tu riesgo, incluyendo:
Algunos otros indicios a los que los médicos pueden prestar atención incluyen sobrepeso, presión arterial elevada, triglicéridos altos y niveles bajos de colesterol de lipoproteínas de alta densidad.
Si el médico determina que tiene resistencia a la insulina, es importante que trabajes con él para desarrollar un plan de tratamiento. El objetivo del tratamiento es reducir los niveles de glucosa en la sangre y prevenir complicaciones de salud.
Los cambios en el estilo de vida son la base del tratamiento de la resistencia a la insulina. Perder incluso una pequeña cantidad de peso puede ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina. Una dieta saludable que incluya muchas frutas, verduras y cereales integrales también puede ayudar. El ejercicio regular, al menos 30 minutos al día, 5 días a la semana, también es importante.
Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar la resistencia a la insulina, el médico puede recetar medicamentos. Los medicamentos para la diabetes, como la metformina, la pioglitazona y la rosiglitazona, pueden ayudar a que el cuerpo sea más sensible a la insulina.
Con un diagnóstico y tratamiento tempranos, la resistencia a la insulina se puede controlar y prevenir complicaciones de salud.
Un microbioma intestinal saludable podría ayudar a las personas con EII, pero ¿deberían los probióticos…
Aprende consejos prácticos y encuentra 15 ideas fáciles para mantenerte en el camino hacia una…
Una nutrióloga revela los errores más comunes que te impiden alcanzar tu peso ideal.
Con una planificación adecuada y hábitos saludables, puedes participar plenamente en las celebraciones mientras mantienes…
Incorporar ejercicios de equilibrio y fortalecimiento muscular en la rutina diaria es fundamental para un…
Las náuseas son algo con lo que la mayoría de las personas están familiarizadas. No…
Esta web usa cookies.