La resistencia antimicrobiana (RAM), conocida como el “tsunami silencioso”, avanza lentamente, pero sin detenerse, lo que amenaza la efectividad de los tratamientos médicos y la convierte en una de las mayores crisis mundiales de salud pública.
Este fenómeno ocurre cuando bacterias, virus, hongos y parásitos evolucionan y se vuelven inmunes a los medicamentos diseñados para combatirlos.
De no actuar a tiempo, la RAM podría convertirse en la principal causa de muerte para 2050, según la Asamblea General de las Naciones Unidas.
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Mexico, en grave peligro
En México, la situación es alarmante. En los últimos años, la resistencia antimicrobiana ha crecido entre un 15% y un 20%, posicionando al país como uno de los más afectados en América Latina.
Esto significa que infecciones que antes se trataban fácilmente con antibióticos ahora son más difíciles de controlar, lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves, hospitalizaciones y muertes prevenibles.
Es una amenaza real
“La pandemia de la resistencia antimicrobiana es real. Hemos ignorado esta amenaza por más de 50 años y su impacto es mucho más grave de lo que imaginamos”, alertó el Dr. Sergio Caretta Barradas, representante de la Alianza Global contra las Infecciones Respiratorias (GRIP).
Caretta enfatizó la gravedad de la situación: Si no actuamos ahora, la RAM podría superar al cáncer en número de muertes.
La prevención es clave. Infinidad de infecciones respiratorias, como la gripe y el resfriado común, son causadas por virus y no necesitan antibióticos.
Usarlos innecesariamente no solo es inútil, sino que alimenta la resistencia antimicrobiana.
De hecho, 8 de cada 10 infecciones respiratorias son virales y deben tratarse aliviando los síntomas, utilizando medicamentos como el flurbiprofeno, que controla dolor e inflamación sin comprometer la eficacia de los antibióticos.
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Una responsabilidad compartida
La lucha contra la RAM es una responsabilidad compartida.
Recientemente, en la 79.ª Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas, los líderes mundiales se comprometieron a reducir la mortalidad por RAM en un 10% para 2030.
Sin embargo, este esfuerzo debe trascender las declaraciones globales: cada persona, profesional de la salud, gobierno y empresa debe actuar para frenar la propagación de la resistencia antimicrobiana.
Evitar la automedicación y usar antibióticos solo cuando sean necesarios son pasos fundamentales para contener esta amenaza. Con un esfuerzo conjunto, podemos preservar la efectividad de los tratamientos médicos y garantizar un futuro más saludable para todos.
Educación y sensibilización, herramientas clave
Frente a esta amenaza, la educación y la concientización son herramientas esenciales. Empresas como Reckitt, a través de su marca Graneodín, en colaboración con la Embajada Británica y el Municipio de Atizapán, han liderado iniciativas de sensibilización como conferencias para profesionales de la salud, actividades interactivas y materiales informativos.
Estas acciones demostraron cómo la colaboración entre el sector privado, las autoridades y la sociedad civil puede marcar la diferencia en la lucha contra la RAM.
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Responsabilidad compartida
La resistencia antimicrobiana es una amenaza global que no podemos seguir ignorando. Actuar de manera responsable, evitando la automedicación y utilizando los antibióticos solo cuando sean realmente necesarios, es clave para frenar su avance.
Con educación, colaboración entre sectores y un compromiso claro por parte de gobiernos, empresas y ciudadanos, podemos mitigar sus efectos y preservar la efectividad de los tratamientos médicos para las generaciones futuras.
La lucha contra la RAM es una responsabilidad compartida, y cada acción cuenta en la protección de nuestra salud colectiva.