Retinopatía diabética, la enfermedad que vulnera a la sociedad
El 80% de las personas que acude por primera vez a consulta oftalmológica llega con retinopatía diabética en etapa avanzada, un riesgo inminente.
Actualmente más de 3 millones 600 mil pacientes mexicanos viven con retinopatía diabética y edema macular diabético. Es tan grave la situación que para evitar condenarlos a un estado de ceguera en abril pasado se emitió en la x un punto de acuerdo que exhorta a la Secretaría de Salud, al IMSS y al ISSSTE a impulsar y fortalecer acciones para atender de forma oportuna los padecimientos visuales derivados de la diabetes mellitus y así frenar o revertir las discapacidades visuales.
La retinopatía diabética es una enfermedad visual difícil de detectar pues, aunque esté en una etapa avanzada, el paciente puede tener una buena visión.
El doctor Abel Ramírez, jefe de servicio del Departamento de Retina del Hospital de la Luz, puntualizó que tan solo en ese hospital, así como en el Centro Oftalmológico Mira en donde también labora, se atienden a aproximadamente 1,200 pacientes al día, de los cuales casi el 60 por ciento están relacionados con el área de retina, y de ellos el 80 por ciento de quienes acuden por primera vez a una consulta oftalmológica llegan con etapas avanzadas de retinopatía diabética, lo que significa que ya está en riesgo su visión.
“Ese número es sumamente triste porque para que la retinopatía diabética sea un peligro para la visión pasan más de 15 años, lo que significa que durante ese largo tiempo nadie pudo prevenirla” lamentó el doctor Abel Ramírez.
Por esta razón hablamos de que no es un problema del área de salud, es un problema social, de ahí la importancia y la urgencia de que las personas reciban información para que se revisen por lo menos una vez al año el fondo del ojo.
Los estadios de la retinopatía diabética están relacionados con el tiempo de evolución. “Mientras más tiempo se tenga viviendo con diabetes más probabilidad de desarrollar la enfermedad”.
De 5 a 10 años viviendo con diabetes la probabilidad es de 60 por ciento, entre 10 y 15 años sube hasta el setenta por ciento y más de 20 años alcanza el 80 por ciento.
El ojo tiene una gran necesidad de flujo vascular y circulatorio, además de que sus estructuras vasculares son muy pequeñas, así que cuando la glucosa está elevada en la sangre actúa como un caramelo que poco a poco tapa esos pequeños vasos.
Esta obstrucción dificulta la correcta circulación ocular, así que el ojo busca formas alternas para obtener la sangre y el oxígeno necesarios, así que crea nuevos vasos sanguíneos, pero como son de mala calidad pueden romperse.
Otro dato interesante es que si hablamos de salud visual consideramos la visión como el parámetro. “Si te preguntan cómo te sientes al respecto es probable que digas que estás bien, pero en la retinopatía diabética la visión no es un criterio para saber si tienes o no la enfermedad; puedes tener una etapa avanzada y ver bien y en realidad padecer un daño severo” explica el oftalmólogo.
Ante esta situación, la piedra angular en México debe ser la revisión ocular preventiva, pues la retinopatía diabética es la principal causa de pérdida de la visión en adultos en etapa productiva.
La falta de atención integral de las complicaciones visuales por parte del Estado ocasiona que siete de cada diez personas que viven con diabetes acudan a consulta oftalmológica cuando ya existe debilidad visual e, incluso, daño irreversible.
“La retinopatía diabética no solo impacta a quien la sufre, es un problema familiar porque se convierten en personas que dependen de los demás para realizar infinidad de actividades cotidianas, lo que impacta en su círculo más cercano, pues tienen que apoyarlo para solventar esta condición, lo que golpea la economía familiar y del país” finalizó el jefe de servicio del Departamento de Retina del Hospital de la Luz.
En México existen opciones de última generación como los antiangiogénicos. Estos fármacos combaten el problema sin dañar la retina, así que promueve una mejora importante en los pacientes.