Riesgos que desconocías sobre botellas de plástico
Hoy en día los envases más populares son las botellas de plástico.
Muchas veces las reutilizamos, llenándolas de agua una y otra vez, y de esta manera perjudicamos nuestro organismo.
Aquí te dejamos los peligros que nos esperan cuando bebemos de estos envases.
Los envases marcados con “1“ (PET o PETE) son seguros solo en uso desechable. En presencia del oxígeno, en caso de calentarse o estar expuesto a los rayos solares, este envase emana sustancias tóxicas que pasan al agua.
Evita los envases marcados con ”3″ y “7” (PVC y PC), porque emanan sustancias tóxicas que pueden penetrar los alimentos y bebidas, y en caso de afectar el organismo durante mucho tiempo pueden provocar enfermedades peligrosas.
Para el uso rellenable son buenos los envases de polietileno (marcados con “2“ y ”4“) y los envases de polipropileno (marcados con “5” y las letras PP). Son relativamente seguros si los usas para almacenar el agua fría y si los desinfectas sin falta.
Beber agua de una botella de plástico rellenable es igual a lamer el asiento del retrete o un juguete de perro, y a veces es peor, aseguran los científicos. El nivel de las bacterias en estas botellas a menudo supera las cantidades seguras.
Nosotros mismos creamos las condiciones perfectas para el crecimiento de los microbios cuando tomamos una botella con las manos sucias, la lavamos mal y almacenamos en ella el agua a temperatura ambiente.
¿Qué hacer entonces? Lavar los envases sistemáticamente con agua enjabonada tibia, vinagre o enjuage bucal antibacterial.
Incluso después de lavar bien la botella, podemos intoxicarnos o incluso contagiarnos de hepatitis A.
Una investigación mostró que la mayor cantidad de bacterias vive en las bocas de las botellas que no siempre son posibles de lavar bien.
Las tapas roscadas y las tapas deslizantes están llenas de microbios que entran en la boca. Para protegerte, utiliza un popote.
Muchas de las empresas les encanta comentar en su empaque que el agua de donde provienen sus productos son de agua pura de manantial. Pero la verdad muchas veces es otra, el agua que compras es exactamente igual al agua del grifo de tu casa.
De hecho, eso lo puedes ver en el empaque, usualmente vienen en letras pequeñas que mucha gente no lee.
Las empresas están obligadas a colocar en el empaque la procedencia del agua, por eso puedes ver grandes diferencias de precio entre una y otras.
Debido a que las empresas que venden agua quieren atraer la atención de gente joven o deportistas, vende agua saborizadas, indicando algunas veces que son muy saludables, pero la verdad es que éstas aguas pueden contener la misma cantidad de azúcar que refrescos y otras bebidas azucaradas.
No te dejes engañar por la campaña de publicidad, lee siempre la etiqueta. Vierte el contenido en un vaso de casa y no pongas en riesgo tu salud.