Cada vez más personas en México conviven a diario con estornudos, congestión nasal, comezón en los ojos y dificultad para respirar. Estos síntomas, lejos de ser una molestia pasajera, son señales de un padecimiento crónico: la rinitis alérgica, una condición que afecta al 42.5% de la población, con mayor prevalencia en hombres, y que ya es considerada un problema de salud pública.
En el marco de la Semana Mundial de la Alergia (29 de junio al 5 de julio) y el Día Mundial de la Alergia (8 de julio), especialistas hacen un llamado urgente a la población a prestar atención a los síntomas y acudir a un diagnóstico oportuno.
La rinitis alérgica es una reacción inmunológica del organismo ante sustancias inofensivas del ambiente, conocidas como alérgenos. El sistema inmunológico de algunas personas, especialmente aquellas con predisposición genética, reacciona de forma exagerada a elementos como el polvo, el polen, los ácaros o el pelo de mascotas.
Según el Dr. Conrado Polanco Ortiz, gerente de relaciones médicas de Esteripharma®, los síntomas más comunes son:
Inflamación nasal
Enrojecimiento y comezón en nariz y ojos
Estornudos repetitivos
Secreción nasal o congestión
Tos persistente
Dificultad para respirar por la nariz
Estos síntomas pueden aparecer de forma repentina o crónica, dependiendo del nivel de exposición al alérgeno.
La rinitis alérgica no solo es molesta, también puede complicarse si no se trata adecuadamente. De hecho, el 75% de las personas con asma también presentan rinitis alérgica, lo que indica una fuerte relación entre ambas enfermedades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que las enfermedades alérgicas están entre las principales epidemias del siglo XXI, y la Organización Mundial de Alergia (WAO) estima que una de cada cinco personas en el mundo vive con algún tipo de alergia.
Una de las dudas más comunes es si la rinitis alérgica puede evolucionar hacia una condición más grave, como la anafilaxia, una reacción alérgica sistémica que pone en riesgo la vida. El Dr. Polanco aclara que no hay relación directa entre ambas condiciones:
“La rinitis es una reacción localizada, mientras que la anafilaxia es una respuesta sistémica grave ante alérgenos distintos, como medicamentos, alimentos o picaduras. Aunque comparten mecanismos inmunológicos similares, su manifestación y tratamiento son diferentes”.
Aunque no existe una cura definitiva para las alergias, sí hay maneras eficaces de controlar los síntomas. Uno de los enfoques más recomendados es el uso de soluciones electrolizadas de superoxidación (SES) con pH neutro como parte de un tratamiento integral.
“Un lavado nasal con estas soluciones es seguro incluso para uso diario, ya que eliminan virus, bacterias y hongos sin dañar la mucosa ni generar resistencia microbiana”, afirma el Dr. Polanco. “Esto las convierte en aliadas ideales para adultos y niños con rinitis o sinusitis”.
En casos más avanzados, también puede considerarse la inmunoterapia (vacunas contra alergias) o tratamientos con inmunomoduladores, siempre bajo supervisión médica.
Si crees que podrías tener rinitis alérgica, no ignores los síntomas. Acudir con un alergólogo es clave para identificar el alérgeno, iniciar un tratamiento efectivo y evitar complicaciones respiratorias.
La rinitis alérgica no solo es un malestar estacional: es una condición crónica que puede afectar tu calidad de vida y derivar en problemas mayores si no se atiende a tiempo. Este Día Mundial de la Alergia, la mejor acción que puedes tomar es prevenir, informarte y consultar con especialistas para manejar tus síntomas de manera efectiva.
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