Por lo menos 16 mil 370 personas en México están en espera de un trasplante de riñón, órgano tan esencial como el corazón o los pulmones, alertó el doctor Sergio Hernández, médico nefrólogo, quien consideró que se debe reflexionar sobre la importancia del cuidado de la salud renal.
En el marco del Día Nacional de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos del 26 de septiembre, Hernández Estrada enfatizó que cuando se pierde la función renal, el impacto en la calidad de vida es devastador e incluso dijo que es justamente el órgano más solicitado para trasplantes.
El médico nefrólogo de Médica Santa Carmen en el Centro Médico ABC, Santa Fe, agregó que muchas de las enfermedades que llevan a la insuficiencia renal –como la diabetes y la hipertensión– pueden prevenirse o controlarse con cambios en el estilo de vida.
“La clave está en la prevención. Un diagnóstico temprano y una atención adecuada pueden evitar que los pacientes lleguen a necesitar un trasplante”.
Trasplante de riñón
Apuntó que aunque el trasplante de riñón es una opción viable para mejorar la calidad de vida de quienes padecen insuficiencia renal crónica, el proceso de espera puede ser largo debido a la baja disponibilidad de órganos donados.
Y es que, a diferencia de otros órganos, no se puede vivir sin riñones funcionales. “Los riñones son esenciales para el equilibrio de líquidos, eliminación de toxinas y regulación de la presión arterial. Cuando dejan de funcionar, las personas dependen de tratamientos como la diálisis para sobrevivir, pero incluso esta opción tiene limitaciones”.
El nefrólogo dijo que un trasplante de riñón permite a los pacientes recuperar autonomía y mejorar su calidad de vida, pero el número de órganos disponibles sigue siendo insuficiente. En 2023, se realizaron solo 3 mil 82 trasplantes renales en México, de los cuales 918 provinieron de donantes fallecidos y el resto de donantes vivos.
“Un trasplante es la mejor opción para que los pacientes recuperen su autonomía y mejoren su pronóstico de vida”, explicó el doctor Sergio Hernández, pero recordó que este procedimiento no es una cura absoluta. “Tras el trasplante, los pacientes deben tomar medicamentos inmunosupresores de por vida para evitar el rechazo del órgano, lo que los hace más susceptibles a infecciones”.
El especialista subrayó que es esencial crear conciencia sobre la prevención. “El mejor tratamiento para las enfermedades renales es no llegar a necesitarlos”, señaló Hernández.
El especialista recomendó un enfoque proactivo en la detección temprana de problemas renales, que se puede lograr al mantener un control estricto de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, principales causas de daño renal en México.
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Panorama de la donación de órganos en México
Aunque la cultura de la donación se ha fortalecido en México, aún queda un largo camino por andar.
La escasez de órganos, en cuanto a donación tanto de donante vivo como fallecido, impacta de manera negativa, aumentando el tiempo de espera en lista, así como un mayor tiempo en terapia sustitutiva con diálisis o hemodiálisis, lo cual incrementa las complicaciones tanto cardiacas como de salud en general en los pacientes que ya tienen diagnóstico de enfermedad renal crónica, explica Luis Alfredo Navarro Vargas, médico especialista en Cirugía General del Centro Médico ABC.
Respecto a los mitos o barreras que enfrenta la donación de órganos en el país y cómo pueden ser superadas, el especialista dijo que el primer mito a vencer es la creencia de que nuestros órganos solo le sirven a familiares.
Otro mito, acotó, tiene que ver con la idea de que el personal de salud abandonara el tratamiento y apoyo de un paciente muy grave para darle más importancia a la donación. “Cuando alguien es un potencial donante fallecido es justamente porque ya se agotaron las posibilidades de preservar la vida en esa persona”, puntualizó.
Sobre los avances más recientes, que han mejorado la tasa de éxito en trasplantes de órganos y tejidos en México, mencionó mejores sistemas hospitalarios con personal capacitado y médicos entrenados, así como el uso de medicamentos de última generación al momento del trasplante. Estos fármacos generan una mayor tolerancia a un órgano donado.
Asegurar la compatibilidad
Esto se añade a las acciones que se realizan de rutina para asegurar la compatibilidad entre donante y receptor para minimizar el rechazo del órgano trasplantado, que son una batería de estudios de histocompatibilidad que le muestra a los médicos si el receptor tiene riesgo de rechazar tempranamente un órgano donado. En segundo lugar la mejor terapia para minimizar el riesgo de rechazo es el adecuado apego a la toma de medicamentos inmunosupresores y las consultas regulares con el especialista.
Cuestionado sobre cómo puede México fomentar la donación de órganos y mejorar esta cultura, el médico comentó que sería importante que tuviéramos en mente que todos podemos necesitar un órgano.
“Eso es el mejor sensibilizador. Si estamos en buenas condiciones y somos altruistas debemos tener siempre la intención de donar vida”, dijo Navarro, quien realizó la especialidad en Cirugía de Trasplantes en la Universidad Nacional Autónoma de México,
Para aumentar la cantidad de donantes voluntarios en México, consideró que serían benéficas campañas publicitarias y sociales. “Siempre es duro hablar de temas como la muerte, pero saber que podemos regalar vida incluso después de perderla es el motor del altruismo que lleva a ser donantes”.
Consideró que también ayudaría el establecimiento de registros regionales o nacionales de donantes, lo que garantizaría el respeto a la voluntad sobre la donación de órganos y tejidos se respete cuando pierda la vida y así se convierta en un potencial en caso de perder la vida y ser un adecuado donante potencial.
La donación de órganos es un acto de generosidad que trasciende la vida misma, brindando a otros la oportunidad de seguir adelante.
Cada donación representa una segunda oportunidad para quienes enfrentan enfermedades graves o insuficiencias orgánicas, devolviendo no solo la salud, sino también la esperanza. Al convertirnos en donantes podemos dejar un legado invaluable, recordándonos que en un solo gesto podemos salvar múltiples vidas y transformar familias enteras.