Estas efectivas técnicas se han transmitido de generación en generación y, aun considerando los avances tecnológicos, siguen siendo muy efectivas.
Lo mejor de todo es que estos rituales de belleza asiáticos no son agresivos con tu piel y puedes aplicarlos en casa.
Es un ritual de belleza muy antiguo. Consiste en poner a remojar media taza de arroz en un vaso con agua por 15 minutos, luego, se licúa, cuela y refrigera para aplicarlo en tu cuerpo después de bañarte.
Lo ideal es que lo hagas cuatro veces a la semana y los principales beneficios que obtendrás son: suavizar, hidratar, humectar y aclarar tu piel.
Moja una toalla con agua a la temperatura más fría que puedas soportar y colócala sobre tu rostro limpio por 5 minutos.
Esta técnica popular en Japón tonificará tu cutis, le dará más firmeza y eliminará el exceso de grasa que tenga.
Esta bebida forma parte de la dieta de la mayoría de las mujeres asiáticas. Sus componentes ayudan a regenerar tu piel y evitarán su envejecimiento prematuro, ya que contiene una gran cantidad de antioxidantes.
Te recomendamos tomar una o hasta dos tazas al día.
Otro remedio al que recurren las asiáticas para cuidar su piel es usar un cepillo de madera con cerdas suaves para masajearla, estimular su circulación y retirar las células muertas.
Lo ideal es que lo hagas tres veces a la semana, sin ejercer mucha presión y evitando el área de los ojos cuando cepilles tu cara.
Machaca avena seca, agrégale una cucharada de miel y revuelve la mezcla, después colócala sobre tu cutis por 15 minutos y retira con agua fría.
Si lo haces, notarás que tu piel se volverá mucho más suave.
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