El girasol no sólo lleva ese nombre por el cuerpo celestial, sino que es también una planta heliotrópica, lo que significa que orienta sus flores y hojas hacia la vital luz del sol mientras...
El girasol no sólo lleva ese nombre por el cuerpo celestial, sino que es también una planta heliotrópica, lo que significa que orienta sus flores y hojas hacia la vital luz del sol mientras el astro surca el cielo durante el día.
Aunque esta hermosa flor habitualmente amarilla es originaria de América, hoy día se cultiva en todo el mundo.
Representaba a la deidad del sol para los aztecas, incas y otomíes.
Debe su nombre a su capacidad de buscar la luz solar.
Fue domesticada en México por primera vez. O, al menos, eso es lo que hasta ahora han podido determinar los expertos.
El aceite de la semilla del girasol es muy rico en vitamina E. Cuadriplica el aporte de esta vitamina respecto al aceite de oliva.
Su nombre científico procede del griego Helianthus annuus. Las palabras helios y anthos, significan, respectivamente, sol y flor. Helianthus significa flor del sol.
La semilla del girasol es aceite, y puede emplearse para consumo humano o para la fabricación de biodiesel, principalmente, por lo que es una planta de cultivo muy apreciada.
De los tallos viejos de girasol se puede obtener celulosa para la fabricación de papel.
Se conocen casi 70 especies. La mayor parte de ellas están destinadas a tres tipos de cultivo, el de flor ornamental, el de semilla para consumo humano y el de cultivo para la elaboración de biocombustible.
Con más de nueve metros de altura, el girasol más alto registrado hasta ahora creció en Alemania —unos siete metros más que el girasol promedio—, lo que le valió entrar al Libro Guinness de Récords Mundiales en 2015.