¿Sabías que la diabetes podría afectar tu memoria? La ciencia revela la conexión con la demencia
El azúcar alto no solo daña el corazón: también puede afectar tu cerebro. Descubre cómo prevenirlo.
Durante años se pensó que la diabetes solo dañaba el corazón, los riñones o la vista. Sin embargo, investigaciones recientes confirman que también puede alterar la salud cerebral y aumentar el riesgo de demencia o Alzheimer.
A continuación, te contamos 10 hallazgos científicos que explican cómo el azúcar en sangre y el cerebro están más relacionados de lo que imaginas.
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Quienes viven con diabetes tienen hasta un 60% más probabilidades de desarrollar demencia que quienes no la padecen. Los episodios frecuentes de hipoglucemia (bajo nivel de azúcar) también elevan el riesgo de deterioro cognitivo a largo plazo.-
La resistencia a la insulina, común en la diabetes tipo 2, impide que las células usen la glucosa de forma eficiente. Cuando esto sucede en el cerebro, las neuronas pierden energía y comienzan a fallar los procesos de memoria y aprendizaje.
El cerebro solo representa el 2% del peso corporal, pero necesita el 20% de la energía total. En la demencia, las células cerebrales pierden la capacidad de usar glucosa, un fenómeno que algunos expertos han bautizado como diabetes tipo 3.
Estudios muestran que personas con Alzheimer presentan niveles elevados de glucosa en sangre incluso sin tener diabetes. Además, el gen APOE4, uno de los mayores factores de riesgo del Alzheimer, reduce la sensibilidad a la insulina, afectando el metabolismo cerebral.
La diabetes deteriora los vasos sanguíneos del cuerpo, incluyendo los del cerebro. Esto disminuye el flujo de oxígeno y nutrientes, debilitando la barrera hematoencefálica y fomentando la inflamación, un proceso estrechamente vinculado a la demencia.
La memantina, utilizada para tratar los síntomas del Alzheimer, nació originalmente como un medicamento para controlar la glucosa. Aunque no funcionó para la diabetes, se descubrió que protegía las funciones cognitivas, demostrando cómo ambas enfermedades comparten mecanismos similares.
El medicamento más usado para tratar la diabetes tipo 2 también parece tener efectos neuroprotectores. La metformina puede reducir la inflamación cerebral y algunos estudios indican que quienes la usan tienen menor riesgo de desarrollar demencia.
Los agonistas del receptor GLP-1, como Ozempic o Wegovy, no solo ayudan a controlar el azúcar y el peso, sino que reducen la acumulación de placas cerebrales asociadas al Alzheimer. Ensayos clínicos como Evoke están probando sus beneficios neurológicos en adultos mayores.
Algunos científicos exploran el uso de aerosoles nasales de insulina, que envían pequeñas dosis directamente al cerebro. Los primeros estudios muestran mejoras en la memoria y atención, aunque aún se evalúa su seguridad a largo plazo.
Estos medicamentos, que ayudan a eliminar el exceso de azúcar por la orina, también parecen reducir la inflamación cerebral. Los estudios más recientes indican que disminuyen el riesgo de Alzheimer y demencia vascular en personas con diabetes tipo 2.
La evidencia científica es clara: mantener estables los niveles de glucosa no solo protege el corazón y los riñones, sino también tu salud cerebral. Una dieta equilibrada, ejercicio regular y apego al tratamiento pueden marcar la diferencia en tu calidad de vida a futuro.