¿Existe un secreto para tener una vida feliz y saludable? Nuevos estudios señalan que ese secreto puede ser la resiliencia.
¿Qué se necesita para envejecer satisfactoriamente? Es una cuestión que los investigadores comenzaron a explorar seriamente a lo largo de los últimos 20 años, cuando quedó en claro que lo que sabíamos sobre el envejecimiento ya no se adecuaba a un mundo con adultos activos de 80 o 90 años, e incluso mayores.
Es fascinante lo que han descubierto los científicos. Sí: es cierto que la nutrición y el ejercicio son elementos básicos para tener un cuerpo sano y resistente a las enfermedades, pero las actitudes y la manera de pensar que dirigen nuestra vida son tan importantes como nuestra preocupación diaria por la alimentación y la buena condición física, si no es que más.
Por ejemplo, se pidió a 600 personas de 85 años en adelante que identificaran los ingredientes clave para envejecer con éxito, y la respuesta que encabezaba sus listas sorprendió a los expertos: resiliencia. La definieron como la capacidad de adaptarse a las circunstancias, de enfocarse en lo positivo en vez de concentrarse en lo negativo y de apreciar las bendiciones.
La resiliencia es lo que hace que los niños que crecen rodeados de pobreza o crueldad puedan de todas formas entrar en una universidad prestigiosa y abrirse camino en la vida. Es la razón por la que algunas personas reconstruyen después de un huracán, sin importar los retos y las adversidades. Es la causa por la que decimos de alguien “no puedo creer lo bien que está manejando las cosas” cuando se le diagnostica cáncer, pierde a su esposo o fracasa en su negocio. Una persona resiliente es como una liga, es decir, se le puede estirar y estirar, pero siempre es capaz de regresar a su forma.
Todos poseemos un cierto grado de resiliencia, asegura el doctor Adam Davey, experto en envejecimiento y profesor adjunto en la Universidad de Temple en Filadelfia. La resiliencia es inherente a toda especie que logra prosperar. Pero también se desarrolla naturalmente con la edad, a medida que vamos acumulando sabiduría después de años y años de lidiar con situaciones difíciles. Sólo que nadie quiere esperar a tener 85 años para gozar de todos sus beneficios.