Es muy apreciada por sus múltiples propiedades que contiene para tratamientos medicinales, fines culinarios, cosméticos e incluso en aromaterapia.
La salvia contiene una compleja mezcla de compuestos, entre ellos los diterpenos, que contribuyen a dar su sabor a esta hierba y sus beneficios a la salud.
Entre éstos, el ácido carnósico y el carnosol (también presente en el romero) son antioxidantes con propiedades antiinflamatorias.
En los estudios de laboratorio, estas dos sustancias parecen ser capaces de reducir los niveles de azúcar en la sangre; no obstante, es necesario realizar estudios en seres humanos para confirmarlo.
El alcanfor es un antioxidante que elimina hongos y bacterias, lo que explica que antiguamente se usara para conservar la carne. Se sabe también que otros compuestos de la salvia matan virus.
La salvia reduce el exceso de secreciones de los senos paranasales y del tracto respiratorio superior, y también reduce la sudoración excesiva, en especial los sudores nocturnos que se asocian con la menopausia.
Si bien sólo se cuenta con un estudio que respalda este efecto, los herbolarios tradicionales recomiendan con frecuencia la salvia para detener tanto el exceso de transpiración como de sudoración nocturna.
Los resultados de un reciente ensayo clínico, llevado a cabo con adultos mayores, indicaron que esta hierba aumenta la atención y también la memoria.
En un estudio realizado en 2006 en adultos jóvenes, la salvia redujo la ansiedad y mejoró su desempeño al someterse a un examen que requería “múltiples tareas”.
No utilices la salvia con fines medicinales mientras estés embarazada o durante el periodo de lactancia de tu bebé, y nunca suministres dosis medicinales a los niños.
¿Lo Sabías?
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