¿Se pueden comer alimentos caducados? La verdad sobre las fechas

Seguramente te ha pasado: revisas tu refrigerador y encuentras un yogur que ya pasó de la fecha que indica el empaque. ¿Debes tirarlo o aún puedes consumirlo? La respuesta es más complicada de lo que parece. Las etiquetas de los productos alimenticios suelen indicar cuándo la calidad, el sabor o la frescura comienzan a disminuir, no necesariamente cuándo el alimento se vuelve peligroso para la salud.

La confusión sobre las fechas es tan grande que se calcula que cada año se tiran a la basura miles de millones de kilos de comida por este motivo. En este artículo, desmentiremos los mitos, te explicaremos qué significan realmente las etiquetas y te daremos las claves para que sepas cuándo es seguro comer alimentos caducados y cuándo no.

El caos detrás de las fechas de caducidad

El sistema de etiquetado en la industria alimentaria es un verdadero desorden. A nivel global, no existe una regulación estandarizada. Cada empresa establece sus propias metodologías para determinar la vida útil de sus productos.

Por ejemplo, algunas compañías usan modelos matemáticos o someten los alimentos a pruebas extremas de calor y humedad para prever su deterioro. Otras, más pequeñas, simplemente se basan en las fechas de la competencia.

Esto genera un sistema inconsistente donde dos productos casi idénticos pueden tener fechas de caducidad totalmente diferentes, lo que provoca caos para los consumidores y aumenta el desperdicio de comida.

Calidad vs. Seguridad: la clave está en el lenguaje

Para la mayoría de los alimentos, la clave está en el lenguaje de las etiquetas. No todas significan lo mismo:

  • “Consumir preferentemente antes de”: Este es un indicador de calidad. El producto seguirá siendo seguro después de la fecha, pero su sabor, textura o color podrían no ser los óptimos.
  • “Vender antes de”: Esta fecha es solo para el personal de las tiendas. Indica cuándo el minorista debe retirar el producto de los estantes para asegurar la frescura del inventario.
  • “Fecha de caducidad” o “Vence el”: Esta es la más importante y la que sí está ligada a la seguridad alimentaria, especialmente en productos perecederos.

Afortunadamente, muchos alimentos duran mucho más de lo que la fecha indica. Por ejemplo, los condimentos y conservas sin abrir pueden durar años, y los huevos refrigerados son seguros de 3 a 5 semanas.

Cuándo es realmente peligroso comer algo caducado

Aunque la mayoría de las etiquetas son guías de calidad, hay alimentos con los que debes tener más cuidado. Presta especial atención a la fecha de vencimiento de:

  • Carnes y mariscos crudos: Son los más sensibles a las bacterias. Los expertos recomiendan consumir el pollo en 1 o 2 días y las carnes rojas en 4 o 5 días después de comprarlas.
  • Leche y quesos no pasteurizados: Estos productos tienen un mayor riesgo de albergar patógenos peligrosos.
  • Alimentos para bebés y fórmulas infantiles: Son el único producto con etiquetas de fecha reguladas por el gobierno. Su fecha es estricta por la salud de los más pequeños.

Más allá de las etiquetas, la mejor guía es tu sentido común. Si un alimento huele mal, tiene moho, o ha cambiado su textura de forma extraña, no lo consumas, sin importar lo que diga la fecha en el empaque.

La conclusión es que no es tan simple

La respuesta a si se pueden comer alimentos caducados no es un simple “sí” o “no”. El sistema actual de etiquetado está diseñado para confundir, pero entender el lenguaje y usar tu juicio es la mejor manera de reducir el desperdicio de comida y proteger tu salud.

No permitas que la fecha en un empaque te haga tirar comida perfectamente buena. Revisa el lenguaje, usa tus sentidos y, ante la duda, siempre consulta recursos confiables. Tu cartera y el medio ambiente te lo agradecerán.

 

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