Por lo que se sabía, aún seguían allí dos años después cuando Alemania invadió la URSS.
Con el ataque nazi a la URSS en 1941, Polonia se convirtió en aliada de Rusia.
Representantes del gobierno polaco en el exilio fueron a Moscú para pedir que sus oficiales fueran liberados, de manera que pudieran sumarse a la lucha contra el nazismo. Stalin se mostró evasivo, y contestó que los oficiales ya habían sido liberados.
Cuando le presentaron una lista de miles de nombres de oficiales de los que se sabía que habían estado en custodia soviética en 1939, Stalin respondió que debían de haber escapado, “tal vez a Manchuria”.
Tuvieron que pasar casi dos años más para que la verdad, o al menos parte de ella, saliera a la luz. En febrero de 1943, las fuerzas de ocupación alemanas descubrieron una tumba colectiva en el bosque de Katyn, cerca de Smolensk. Jirones de uniformes y otros restos dejaron claro que los muertos eran oficiales del ejército polaco.
Los alemanes anunciaron su hallazgo al mundo, pero pocos les creyeron. Winston Churchill, consciente de la necesidad del apoyo militar de Stalin, pensó que “cuanto menos se diga sobre Katyn, mejor”.
Cuando recapturaron el área, los soviéticos iniciaron una investigación que concluyó en que los polacos habían sido abatidos por los alemanes en 1941. Señalaron que todas las balas halladas en la tumba eran de armas de fabricación alemana.
El hecho es que el cuerpo de oficiales polacos había sido aniquilado en 1940 por la policía secreta soviética, la NKVD.
El hecho fue aceptado en Occidente, pero en la Unión Soviética se lo siguió negando, lo que causó más angustia y un profundo resentimiento en Polonia.
En las décadas de 1970 y 1980, la propaganda soviética sacó mucho provecho de una atrocidad nazi cometida en la aldea de Khatyn, en Bielorrusia, y así confundió y mezcló ambas masacres, creando la falsa impresión de que los nazis fueron siempre los perpetradores y los rusos, las víctimas.
En 1990, el presidente soviético Mijaíl Gorbachov admitió que la masacre de Katyn había sido realmente llevada a cabo por rusos. Parece que se usaron rifles Mauser, no para implicar a los nazis, sino porque estas armas alemanas tenían menor retroceso que las rusas y, por lo tanto, facilitaban a los verdugos la tarea de dispararle a un hombre tras otro.
Más de 4.000 oficiales polacos murieron en Katyn. Todos fueron abatidos con un solo disparo en la nuca. Unos 18.000 polacos más fueron ejecutados en otros campos de concentración y prisiones soviéticos.
Extraído del libro: “Grandes Secretos de la Historia”, Selecciones
Descubre por qué no debes quedarte sentado más de lo necesario.
La salud neurológica es una preocupación creciente en todo el mundo, con un notable aumento…
El sueño es un proceso biológico fundamental para la salud física y mental. Cuando este…
Aunque puede ser difícil de describir, este síntoma suele ser la señal de que algo…
Un microbioma intestinal saludable podría ayudar a las personas con EII, pero ¿deberían los probióticos…
Aprende consejos prácticos y encuentra 15 ideas fáciles para mantenerte en el camino hacia una…
Esta web usa cookies.