En lugar de dejar que la escoba o el trapeador hagan todo el trabajo, descansa sobre tus rodillas y usa tus manos para tallar y limpiar los pisos. Estarás realizando un buen entrenamiento de brazos, además de que gracias al movimiento de tus codos, dejarás tu piso más limpio de lo que un trapeador podría.
Convierte la caminata del coche a tu casa en una oportunidad perfecta para ejercitar tus brazos. Con una bolsa en cada mano, deja tus codos a los costados mientras llevas tus compras hacia los hombros.
Fortalecerás tus bíceps, además de quemar calorías durante esos minutos extra del coche a la casa.
Una sesión de jardinería de una hora pondrá a trabajar a tus manos, antebrazos, brazos, hombros y muñecas mientras cavas en tu jardín.
Házte el propósito de pasar tres fines de semana en el jardín durante el otoño, y obtendrás la alegría de tener flores bonitas en tu jardín cuando llegue la primavera.
Más hierbas en tu jardín significa que tendrás que pasar más tiempo deshaciéndote de esos intrusos. Jalar las hierbas hacia fuera, te ayudará a construir el músculo del brazo, y al poner tu peso en tus manos mientras que arrancas la maleza de alrededor, agrega un entrenamiento adicional para tu parte posterior y hombros.
Para darle a ambos brazos un entrenamiento uniforme, alternas tus manos durante tu sesión semanal de jardinería.
Los ejercicios isométricos implican empujar con fuerza contra algo que no se moverá por más que lo empujes, lo que tensa tus músculos y aumenta tu fuerza.
Trata de presionar las manos contra la pared con toda tu fuerza durante cinco segundos.
O colócate de pie aproximadamente a un metro de distancia de una pared, con las piernas separadas a la altura de los hombros, y empuja contra ella durante seis a ocho segundos.
También puedes intentar presionar contra la parte superior o lateral de una puerta durante seis a ocho segundos. Relájate y repite cada uno de estos ejercicios hasta 10 veces.
Ignorar la secadora de ropa te dará un pequeño pretexto para realizar un ejercicio de brazos y ahorrar dinero en tu recibo de luz. De camino a tender la ropa, haz pequeños levantamientos con tu cesta de ropa levantando tus manos hasta tus hombros.
Alternadamente, trata de hacer flexiones sobre tu cabeza doblando y luego extendiendo los codos con el cesto en sus manos.
Un juego de tirar y aflojar con un perro grande puede ayudarte a poner tus brazos en forma. Toma una cuerda o el juguete en cuestión y trata de mantener tu codo cerca de tu costado.
A medida que tu perro intente quitártelo, ejercita tu bíceps, llevando la cuerda hacia tu hombro mientras mantienes el brazo inmóvil. Cambia de brazos para un entrenamiento uniforme.
Para trabajar tu tríceps, trata de extender tu brazo detrás de ti, mientras tu perro trata de tirar del juguete o la cuerda. No olvides alternar los brazos.
Pero no utilices una máquina de pan. El amasar la masa pone a trabajar tus manos, brazos, y hombros, ademas de que la tarea repetitiva es calmante.
Por si fuera poco, llenarás tu cocina con el delicioso olor de pan casero que sabe mejor que el pan comprado en cualquier tienda.
Una flexión en una silla es un movimiento libre de equipo deportivo que puede ayudarte a ejercitar tus tríceps (los músculos de la parte posterior de los brazos) y los músculos del pecho.
Siéntate en el borde de una silla resistente con los pies planos en el suelo y las rodillas dobladas.
Apoya las manos con los dedos en el asiento de la silla. Mueve tu peso a tus manos mientras levantas tu cadera delante y más allá del borde del asiento. Dobla los codos para llevar la cadera hacia el suelo y luego regresa a la posición inicial, continuando con el peso en los brazos en vez de las piernas. Repite 11 veces para una serie y haz tres series en total.
Cambia tu batidora eléctrica por una cuchara de madera o un globo metálico y ¡a batir! Obtendrás brazos más fuertes mientras preparas tu mezcla para hornear.
Cambia de mano mientras mezcla para asegurarte de que tus brazos reciban un entrenamiento uniforme.
Preparar un omelet, requiere que uses más músculos de los que usas para freír un huevo. Al hacerlo, le estarás dando a tus brazos un ligero ejercicio. Incluso desde la preparación al cortar los vegetales y batir los huevos.
Además, obtendrás un impulso nutricional adicional gracias a la ingesta de verduras como cebollas, setas y pimientos, que es con lo que generalmente se prepara este plato.
Practica un entrenamiento sutil sin salir de la oficina, utilizando solo tu escritorio. Para ejercitar los biceps, presiona las palmas contra la parte inferior de tu escritorio y empuja hacia arriba como si trataras de levantarlo.
Continúa presionando durante cinco segundos y repite hasta que comiences a sentir el trabajo. Para un entrenamiento de tríceps, dobla los codos mientras colocas las palmas encima de su escritorio.
Presiona tus palmas con toda tu fuerza y sigue empujando por cinco segundos.
Repite hasta que empieces a sentir ardor.
En un pequeño estudio australiano, al iniciar un programa de ejercicios, los participantes de 60 años o más comieron una dieta en la que incluían el 20% de proteína. Algunos ingerían 25 onzas de carne roja (la cantidad de tres filetes) por semana, mientras que otro grupo comía solo 13 onzas cada semana.
El grupo que comía más carne roja aumentó su fuerza más que los participantes que comieron menos. Los aminoácidos en la carne roja podrían estimular el crecimiento muscular.
Elige siempre los cortes magros como el solomillo para proteger tu corazón.
Cuando vayas a dar un paseo, concéntrate en el movimiento de tus brazos. Muévelos de atrás hacia adelante como si estuvieras esquiando, apretando los omóplatos juntos cada vez que tus codos se acerquen a tu cuerpo.
Claro, las masas compradas en la tienda son un ahorro de tiempo, pero hacer la masa para tu pizza, puede fortalecer tus brazos y hombros a medida que empujas el rodillo de ida y vuelta.
Además, la masa casera llevará tu receta favorita al siguiente nivel.
Una podadora manual, requiere que uses los músculos de tus brazos mientras limpias tu césped. Mejor aún, compra una sin motor. No necesitarás gastar dinero en combustible, y reducirás la contaminación del aire.
Los sartenes del hierro fundido son pesados, lo que significa que utilizarás más músculos del brazo cada vez que tengas que cocinar. Almacénalo en el cajón debajo de tu estufa, eso te obligará a levantarlo más alto para llegar a ella.
Tomado de Reader’s Digest 20 Secrets to Get Stronger Arms (Without Lifting Weights)
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