Todas las niñas merecen alcanzar su máximo potencial, pero la desigualdad de género que permea sus vidas y la de sus cuidadores lo impide.
La desigualdad de género es una práctica cotidiana
Está presente en el día a día de niñas y niños, tanto en sus hogares como en sus comunidades, en la educación, en los medios de comunicación y entre quienes cuidan de ellos.
De la misma manera, la distribución desigual de los quehaceres domésticos socializa a los niños y les hace creer que la única función de las mujeres es hacerse cargo del hogar, lo cual limita el cambio generacional y reduce las ambiciones de las niñas.
Al llegar a los 10 años el mundo de los niños a menudo se expande, mientras que el de las niñas se contrae, lo cual acarrea consecuencias negativas que pueden durar toda la vida, lamenta Unicef; así que para cambiar esta realidad puedes hacer ciertos cambios en tu hogar:
1.- Enséñale a rechazar la obligación de gustar
2.- Nunca le digas que debe hacer algo solo por ser niña
3.- Hazle saber que nadie tiene que salvarla
4.- Evita hablar del matrimonio como un logro
5.- Aplaude cada paso que de siendo fiel a ella misma
6.- Inspírala. Sé una persona plena y libre
Fuente: Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia.