Seis hábitos que dañan tu estómago
Comer en exceso, el estrés, el picante entre otros factores, pueden provocar lo que comúnmente conocemos como dolor de panza.
El estrés y unos hábitos alimentarios incorrectos ponen en peligro nuestra salud digestiva. Comer en exceso o demasiado rápido, fumar, beber entre otros factores, puede provocar lo que comúnmente se conoce como dolor de panza.
La vida acelerada de la que (casi) nadie escapa, las comidas fuera de casa por pura obligación y los alimentos de rápido consumo ‘que no nos compliquen’ la vida son, a la larga, un cóctel explosivo que acaba repercutiendo, para mal, en nuestro sistema digestivo.
Y es que como mexicanos asumimos que nuestra pancita va a poder con todo, pero estamos poniendo en riesgo constantemente padecer todo tipo de enfermedades gastrointestinales.
Además agrégale que la comida a la que estamos acostumbrados hoy en día contiene gran cantidad de factores irritantes así como un exceso de grasa, que hacen que sea difícil de procesar. Esa circunstancia hace que nuestro estómago se vaya dañando poco a poco. Vamos a analizar los 6 hábitos más comunes que afectan la salud digestiva sin que nos demos cuenta.
El estrés y la falta de sueño pueden afectar negativamente tu sistema digestivo. Cuando estás estresado, tu cuerpo produce más ácido estomacal, lo que puede provocar acidez y malestar estomacal. Además, la falta de sueño adecuado puede alterar el equilibrio de las hormonas responsables de la regulación del apetito y la digestión. Prioriza el descanso y busca formas efectivas de reducir el estrés en tu vida diaria.
De acuerdo al especialista Pedro Juan Tarraga López, miembro del Grupo de trabajo de Digestivo de la SEMG en España “La forma más habitual en la que el estrés afecta al estómago es empeorando los síntomas de una afección digestiva que ya existe de base. Por ejemplo, la acidez estomacal, que es un ardor que sucede detrás del esternón, y que ocurre cuando el esfínter entre el esófago y el estómago se abre.
La indigestión que provoca el estrés puede aparecer y desaparecer según las circunstancias. Para mantenerlo bajo control podemos llevar a cabo una actividad regular de ejercicio, controlando el peso para regular la función intestinal.
El hábito de comer en exceso y de forma apresurada puede sobrecargar tu estómago y dificultar la digestión adecuada.
Según comenta el doctor: “lo ideal para mantener una correcta salud digestiva y evitar problemas gastrointestinales es comer siempre a la misma hora, dentro de un orden, dedicarle el tiempo necesario a la masticación y deglución, bebiendo despacio, sin ansiedad, y descartar las horas intempestivas.
Es muy importante mantener una rutina de horarios que se asemejen a la fisiología del aparato digestivo, e intentar no interferir en ella.
Comer en exceso puede sobrecargar tu estómago y provocar síntomas como indigestión, acidez estomacal y reflujo ácido. Esto se debe a que el estómago tiene un límite de capacidad, y cuando se llena demasiado, no puede funcionar correctamente. La comida se acumula en el estómago, lo que puede provocar hinchazón, gases y dolor. Además, el exceso de comida puede ejercer presión sobre el esófago, lo que puede provocar reflujo ácido.
Para evitar comer en exceso, come comidas pequeñas y frecuentes durante el día. Esto ayudará a que tu estómago no se llene demasiado y a que la comida se digiera más fácilmente. También es importante masticar bien los alimentos, ya que esto ayudará a que se digieran más fácilmente.
Muchas personas abusan de los alimentos irritantes, picantes y ácidos. Los alimentos grasos y picantes pueden irritar el estómago y provocar síntomas como acidez estomacal, reflujo ácido e indigestión. Esto se debe a que estos alimentos pueden aumentar la producción de ácido gástrico, lo que puede dañar el revestimiento del estómago.
En general, para mantener una correcta salud gástrica debemos intentar evitar (o minimizar su consumo) todos aquellos productos que puedan alimentar la acidez. En este punto hablamos de los picantes excesivos, las bebidas con cafeína, el alcohol, el tabaco, los refrescos industriales, el chocolate, los caramelos de menta… Los cítricos naturales son beneficiosos, pero nunca debemos abusar de ellos porque provocaremos el efecto contrario.
El tabaquismo produce inflamación de la mucosa digestiva. Por lo tanto, empeora los síntomas y las lesiones esofágicas provocadas por el reflujo gastroesofágico, incrementando las posibilidades de padecer úlcera de estómago y duodeno. En el caso de las personas que ya lo padecen, existe un mayor riesgo de complicaciones como perforación, hemorragia y estenosis.
El alcohol puede irritar el estómago y aumentar tu riesgo de desarrollar úlceras estomacales y cáncer de estómago. Esto se debe a que el alcohol puede dañar las células que protegen el estómago y aumentar la producción de ácido gástrico.
Si bebes alcohol, bebe con moderación. Las mujeres no deben beber más de una copa de alcohol al día, y los hombres no deben beber más de dos copas de alcohol al día.
Algunos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), pueden dañar el estómago y provocar síntomas como acidez estomacal, reflujo ácido e indigestión. Los AINEs incluyen medicamentos como ibuprofeno, naproxeno y diclofenaco.
Si tomas medicamentos que pueden dañar tu estómago, habla con tu médico sobre cómo minimizar el riesgo de efectos secundarios. Tu médico puede recomendarte tomar otros medicamentos o tomar los medicamentos con más precaución.