El hígado es el principal órgano de desintoxicación del cuerpo, y de acuerdo a la Asociación Española Contra el Cáncer, es el órgano interno más grande que hay en nuestro cuerpo y también uno de los más importantes por las funciones que desempeña para el mantenimiento de nuestro organismo.
Esto significa que el hígado es el sistema de filtración por excelencia, ya que convierte las toxinas en productos de desecho, limpia la sangre, metaboliza una amplia gama de compuestos, además de que produce proteínas y bilis.
Y aunque un hígado sano se limpia a sí mismo de forma natural, los factores estresantes de la dieta y las toxinas ambientales pueden obstaculizar su funcionamiento óptimo. En ocasiones, el hígado necesita desintoxicarse ya que se puede saturar.
Cuando la carga acumulada de toxinas es significativa, el mecanismo de desintoxicación en el hígado se vuelve lento y ciertas toxinas pueden permanecer activas más tiempo del que el organismo es capaz de manejar. Esto afecta el metabolismo normal y puede hacernos sentir mal, así como propiciar la retención de líquidos y la inflamación.
Por lo tanto, ayudar a este órgano vital con una limpieza o desintoxicación es parte importante de priorizar la salud de todo el cuerpo.
Aunque no necesariamente podemos controlar el 100% de nuestra exposición a contaminantes y productos químicos, podemos hacer cambios estratégicos en nuestro estilo de vida y alimentación para apoyar las vías de desintoxicación del hígado y así aligerar la carga tóxica del cuerpo en general.
Señales de que tu hígado necesita desintoxicarse
Tienes antojos frecuentes de azúcar.
Sientes que necesitas más energía y tienes fatiga constante.
Tienes malestares digestivos y tus evacuaciones intestinales no son regulares.
Sufres de alergias e infecciones de los senos paranasales.
No te sientes tan saludable, a pesar de que procuras llevar una alimentación equilibrada.
Tienes problemas en la piel, como brotes, resequedad e irritación.
Tus articulaciones se sienten adoloridas y rígidas.
Eres sensible a los productos químicos.
Tienes problemas de olor corporal excesivo y/o mal aliento.
Te sientes estresado, deprimido o ansioso.
Eres resistente al cambio de peso cuando tratas de optimizar tu composición corporal.
Luchas con los cambios de humor.
Tienes malestares ocasionados por los gases y la inflamación.
Tienes desequilibrios hormonales.
Presentas patrones de sueño irregulares.
Sueles sufrir de herpes labial doloroso.
Padeces de niebla mental.
Si experimentas más de uno de estos síntomas, es probable que tu hígado necesite una limpieza, pero tranquilo, esta limpieza no requiere dietas extenuantes y restrictivas, sino de una alimentación balanceada, natural y consciente. Además, la desintoxicación debe realizarse desde un enfoque holístico, en el que el organismo se vea como un todo en el que se conjuntan cuerpo, mente y emociones, ya que muchas toxinas también provienen de los estados mentales y emocionales.
4 formas de limpiar tu hígado naturalmente
Mantén una alimentación saludable para el hígado y el intestino. Procura llevar una dieta balanceada y rica en plantas, que contenga diversos nutrientes y fitonutrientes que respalden la salud del hígado y los intestinos. Hidrátate bien y evita los alimentos procesados, los azúcares refinados y el alcohol.
Ayuno intermitente. Una vez que la dieta natural y rica en nutrientes sea parte de tus hábitos diarios, puedes introducir el ayuno intermitente para beneficiar aún más la salud de tu hígado. La evidencia sugiere que los períodos sin alimentos pueden ayudar a mejorar el metabolismo del azúcar, reducir los niveles de grasa hepática y también darle al hígado la oportunidad de repararse y limpiarse a sí mismo de manera más eficiente.
Un poco de ejercicio. La desintoxicación no sólo depende de evitar la exposición adicional a las toxinas, sino también de eliminar aquellas que ya están presentes en el cuerpo. La sudoración durante la actividad física, los baños calientes y las sesiones de sauna puede ayudar a aliviar parte de la carga de desintoxicación del hígado.
Bájale al estrés. Toma en cuenta que demasiado estrés en tu vida puede afectar negativamente todas las facetas del bienestar (incluida la salud de tu hígado) y contribuir al estrés oxidativo interno. Así que procura abordar el estrés descontrolado mediante la introducción de más actividades de cuidado personal.
Comunicóloga por la UNAM. Apasionada del mundo digital, soy geek, metalera, petfriendly . Fan de las pelis de terror y el anime. Una de mis frases favorita es: "Yo solo sé que no sé nada” de Sócrates.
