Estos pioneros demuestran que poseer una sensibilidad fuera de lo común puede tener repercusiones extraordinarias.
La mujer que huele el Parkinson
La agudeza olfativa de Joy Milne, residente de Perth, Escocia, podría ayudar a los médicos a diagnosticar esta enfermedad común. A finales de los años 80 Joy notó un cambio en el olor natural de su esposo, Les. A éste le diagnosticaron el mal de Parkinson en 1995, y cuando Joy asistía a las juntas de la organización no lucrativa Parkinson’s UK, se dio cuenta de que otros pacientes olían igual que Les.
Le contó esto a un científico, quien le hizo una prueba: le dio a oler 12 camisetas. El día anterior seis de ellas habían sido usadas por enfermos de Parkinson, y las demás por personas sanas. Joy hizo 11 identificaciones correctas, y discrepó de los investigadores en cuanto a la última. Ella dijo que la camiseta era de un enfermo de Parkinson, y ellos lo negaron. Quedaron atónitos cuando, ocho meses después, le diagnosticaron Parkinson a esa persona.
Hoy día los científicos usan la información aportada por Joy para tratar de identificar los marcadores biológicos asociados con los cambios de olor. Así podrían diseñar una prueba para identificar el mal, lo que actualmente se hace por observación. “Mi esposo sufrió 21 años por la enfermedad… pero la tenía desde muchos años antes”, contó Joy a Scientific American (Les murió en 2015). “Me gustaría que otros no sufrieran tanto como él”.
Este programa de History Channel demuestra a un hombre que es ciego y puede andar en bicicleta.
https://www.youtube.com/watch?v=jASyZSoCWic