¡Sí se puede tener una gran vida sexual en el climaterio!
Las mujeres ven afectada su vida sexual durante este periodo por alteraciones como menor libido, desinterés sexual y falta de lubricación.
Hasta el 63% de las mujeres ve afectada su vida sexual durante este periodo, el cual se caracteriza por alteraciones como menor libido, desinterés sexual y falta de lubricación. Las mujeres con síntomas climatéricos moderados a severos tienen 8 veces más probabilidad de presentar síntomas depresivos moderados.
El climaterio es un periodo de transición en la vida de una mujer, relacionado con la función normal de los ovarios y la menopausia. En México, la prevalencia de disfunción sexual en mujeres mayores de 40 años es de 38 a 63% principalmente por el descenso en los niveles androgénicos.
Infinidad de veces usamos los términos climaterio y menopausia como sinónimos, sin embargo, aunque están íntimamente vinculados, no significan lo mismo. Para entenderlo mejor debemos comprender a groso modo cuáles son las etapas por las que cursa una mujer durante su vida:
Menarquia: Primera menstruación e inicio de la función ovárica (10-16 años)
Etapa reproductiva: Etapa en la que una mujer puede concebir y reproducirse (Menarca hasta los 35-40 años)
Menopausia: Interrupción permanente de la menstruación y de la función normal de los ovarios (45-50 años)
Menopausia quirúrgica: Cuando por diversas causas médicas se extirpan los ovarios y existe interrupción de su función normal por ausencia
Menopausia o falla ovárica prematura: Pérdida de la función normal de los ovarios antes de los 40 años. Ocurre por diversas causas médicas
Etapa no reproductiva: Etapa de la mujer en donde ya no puede concebir ni reproducirse (a partir de la menopausia)
Climaterio: Todo el periodo de tiempo en el que ocurre la transición entre la etapa reproductiva y no reproductiva de una mujer. Puede durar de 15 a 20 años (se presenta entre los 40-65 años)
Hay que tomar en cuenta que la interrupción de la función normal de los ovarios, que es producir un óvulo maduro mes con mes para lograr un embarazo, ocurre de manera paulatina y se modifica con la edad de la mujer, por lo que una mujer es más fértil entre los 16 a 35 años que entre los 35 y 40 años.
Con motivo del Día Mundial de la Menopausia y el Climaterio, conmemorado cada 18 de octubre para crear conciencia en mejorar la calidad de vida de la mujer, la Dra. Emilia Arteaga Espinosa, médico cirujano y especialista en genética médica y genética perinatal, explica que “el climaterio no es una enfermedad, es un evento que sucede en el cuerpo femenino de manera natural y no se puede ni se debe evitar. El cese de la función ovárica es algo biológicamente programado, tiene que existir incluso para disminuir el riesgo de padecer cánceres hormonodependientes, como el de mama. Se puede considerar incluso una ventaja evolutiva el hecho que el ovario sepa cuando detener su función”.
El problema se encuentra en la cantidad de síntomas que trae consigo la pérdida hormonal tanto de estrógenos como de andrógenos, pero esto no quiere decir que sea algo malo, como si se tratara de una enfermedad.
No hay un signo o síntoma específico que se pudiera tomar como regla para todas las mujeres durante el climaterio, aunque lo más relacionado son los malestares físicos como
Según los padecimientos de cada mujer deben buscarse opciones de tratamiento, pues no todas sentirán lo mismo ni con la misma intensidad, así que debe ser tratado de manera individualizada para lograr una mejor calidad de vida.
“El climaterio por lo general se presenta entre los 40 y 45 años de edad, comienza entre cinco y ocho años antes de la menopausia y puede prolongarse hasta los 65 años de edad. Si hablamos de una prevalencia en el país, serían todas las mujeres que están en ese rango de edad” indica la Dra. Arteaga.
De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 del INEGI, la población tan sólo de mujeres entre 40 y 44 años es de 4,300,943 personas.
En el caso de las mujeres con falla ovárica prematura o menopausia quirúrgica su presentación dependerá de cuando haya ocurrido le interrupción de la función normal de sus ovarios y no de su edad.
De acuerdo con Arteaga, el mayor indicador de la llegada de esta etapa es el ritmo del ciclo menstrual. “Las mujeres que comienzan a entrar al climaterio notan, por ejemplo, que menstrúan un mes, después dos meses no, después otro sí, después cuatro no, así hasta que es la última. Si el sangrado solía ser abundante puede que ahora sea en menor cantidad, se puede evidenciar cuando se pierde la regularidad en el ciclo menstrual”.
La principal área de la salud femenina donde impacta el climaterio es en la salud sexual, porque cuando hay cese de la función ovárica no únicamente bajan los estrógenos sino también los andrógenos. Estos son los que están muy involucrados y relacionados con la pérdida de la libido, el desinterés sexual, falta de lubricación y demás alteraciones.
En México, la prevalencia de disfunción sexual en mujeres mayores de 40 años es de 38 al 63 por ciento, principalmente por el descenso en los niveles androgénicos.
Aunque el climaterio afecta todos los dominios de la función sexual, en particular existe una disminución en la lubricación, presente en 34 por ciento de pacientes mexicanas.
Lamentablemente, de todas ellas, sólo el 11 por ciento consulta el problema con su médico. Además, las mujeres con síntomas climatéricos moderados a severos tienen ocho veces más probabilidad de presentar síntomas depresivos moderados.
Existen opciones de tratamiento muy efectivas según las necesidades de cada mujer. Una de ellas son los precursores hormonales que al tener la capacidad de metabolizarse tanto a andrógenos como estrógenos pueden mejorar la función sexual en todos los aspectos: interés sexual, lubricación, dolor, excitación, frecuencia de orgasmos y relaciones sexuales, así como otros de los síntomas asociados al climaterio al reestablecer los niveles circulantes fisiológicos hormonales, siempre y cuando se valore por un médico y se decida la mejor opción para cada mujer, precisa Arteaga.
Es importante resaltar la cultura de no automedicación y siempre consultar con el médico y profesionales de salud para tomar decisiones responsables y así lograr los beneficios esperados de los tratamientos.