Si vives con diabetes vigila de cerca tus riñones
En un paciente con diabetes, el sistema de filtrado deja de funcionar correctamente, esta condición puede ocasionar daño a los riñones y hacer que fallen.
Un alto nivel de glucosa en la sangre hace que los riñones filtren demasiada sangre. Cuando se detecta la nefropatía en las fases avanzadas, por lo general resulta en insuficiencia renal. Estudios recientes han demostrado que la diabetes es una importante causa de insuficiencia renal.
Los riñones son órganos asombrosos dentro de los cuales hay millones de diminutos vasos sanguíneos que actúan como filtros. Su labor es eliminar productos de desecho de la sangre.
En un paciente con diabetes, este sistema de filtrado deja de funcionar correctamente, ya que esta condición puede ocasionar daño a los riñones y hacer que fallen. Cuando los riñones fallan, pierden su capacidad de filtrar los productos de desecho, lo que resulta en nefropatía.
Cuando el cuerpo digiere la proteína que comemos, el proceso crea productos de desecho. En los riñones, hay millones de pequeños vasos sanguíneos (capilares) con agujeros incluso más diminutos que actúan como filtros.
A medida que la sangre fluye por los vasos sanguíneos, pequeñas moléculas (como los productos de desecho) pasan por los agujeros. Estos residuos pasan a ser parte de la orina. Las sustancias útiles como proteínas y glóbulos rojos son demasiado grandes para pasar por los agujeros en el filtro y permanecen en la sangre.
“La diabetes puede dañar este sistema. Un alto nivel de glucosa en la sangre hace que los riñones se dañen” explica Víctor Rincón Ponce, director médico asociado del área metabólica de MSD en México. El primer indicio de esto es un aumento en la filtración de sangre. E
sta hiperfiltración afecta los ‘flitros’ o glomérulos. Después de algunos años, el daño es tan severo que empiezan a existir fugas de elementos tan grandes como las proteínas, las cuales llegan a detectarse en la orina. La presencia de una pequeña cantidad de proteína en la orina se denomina microalbuminuria”.
Cuando se diagnostica la nefropatía en las fases iniciales varios tratamientos pueden evitar que empeore. Cuando se detecta la nefropatía en las fases avanzadas, por lo general resulta en insuficiencia renal o insuficiencia renal en etapa final.
Con el tiempo, el estrés del funcionamiento excesivo hace que los riñones pierdan su capacidad de filtración. Luego se comienzan a acumular productos de desecho en la sangre. Finalmente se produce el fallo renal, que es muy grave. Una persona con este mal necesita un trasplante de riñón o que se le filtre la sangre con una máquina (diálisis).
Los riñones trabajan mucho para compensar problemas capilares, por lo que la nefropatía no produce ningún síntoma hasta que casi toda la función desaparece. Además, los síntomas no son específicos.
El primer síntoma de nefropatía a menudo es la acumulación de líquido. Otros síntomas incluyen la pérdida de sueño, falta de apetito, malestar estomacal, debilidad y dificultad para concentrarse.
“Puedes prevenir la nefropatía diabética si mantienes la glucosa en la sangre dentro del rango objetivo. Las investigaciones han probado que un estricto control de la glucosa reduce en un tercio el riesgo de microalbuminuria y los llamados inhibidores de la dipeptidil peptidasa 4 (DPP-4) ayudan a mejorar la hemoglobina glucosilada sin causar hipoglucemia, además de no causar aumento de peso”, indicó Rincón Ponce.
El control estricto de la glucosa en la sangre y presión arterial son importantes tratamientos para la nefropatía. La presión arterial tiene un efecto considerable en la velocidad con la que avanza la enfermedad. Incluso un leve aumento en la presión arterial puede hacer que la nefropatía empeore rápidamente.
Cuatro maneras de reducir la presión arterial: