En medicina y psicología se usa la palabra libido para denominar al deseo sexual; libido es esa pulsión que incita el ser humano a mantener un encuentro sexual. Infinidad de parejas se preguntan si el número de veces que tienen sexo es lo ‘normal’, pero en este terreno el único parámetro válido es el acuerdo entre ambos miembros en función de lo que les satisfaga.
El deseo fluctúa, no siempre es el mismo, así que si quieres mantenerlo o llevarlo al alza, existen diversas formas:
En su libro ‘Una solución al sexo matrimonial: una guía realista para salvar tu vida sexual’, la terapeuta sexual norteamericana Kat van Kirk asegura que la cerveza (tomada con moderación) es un afrodisiaco natural, sobre todo la cerveza negra, pues hace que se produzca hemoglobina, encargada de llevar oxígeno al organismo, lo que redunda en erecciones más potentes y duraderas. Además, sus fitoestrógenos retrasan la eyaculación precoz y es posible hacer mayores esfuerzos con menos cansancio, lo que es muy benéfico a la hora del sexo.
Seguramente te preguntarás qué relación tiene asistir a una marcha por los derechos humanos o a plantar árboles con la gente de tu comunidad con aumentar el deseo sexual.
Está demostrado que las actividades donde se ayuda al prójimo son fundamentales para conservar una sensación de bienestar que mantiene en niveles óptimos la producción de la testosterona, una hormona tradicionalmente asociado al hombre, pero que también desempeña está presente en el organismo femenino y en ambos casos juega un papel fundamental en el mantenimiento del deseo y la respuesta sexual.
Fija tu atención en las partes del cuerpo de tu pareja que más disfrutas. Mira sus manos e imagina qué harías con ellas; haz lo mismo con sus labios y así sucesivamente hasta que se encienda la llama de la pasión.
Los trastornos del sueño generan grados de estrés, lo que repercute directamente en el ánimo y en la producción de ciertas hormonas. Recientemente un estudio demostró que las personas descansadas tienen mejor sexo, pues la falta de este altera el sistema hormonal y la testosterona baja, lo cual repercute en el deseo sexual tanto femenino como masculino.
Si tal vez eres un poco tímido un disfraz podría ayudarte a explorar nuevos escenarios en la cama. Los juegos de roles (actuación improvisada en que las personas asumen un papel previamente acordado) también pueden ser muy divertidos y ayudarte al descubrimiento de nuevos placeres.
Las aventuras atrevidas (tirarse de un paracaídas o subirse a la montaña rusa) estimulan la circulación y el ritmo cardíaco como sucede cuando estás excitado, así que un paseo extremo con tu pareja disparará ese deseo sexual que tal vez ha estado dormido.
Así como un consumo excesivo de alcohol actúa desfavorablemente sobre el deseo sexual, algunos alimentos te hacen ansiar un beso después de consumirlos. El chocolate oscuro, la miel, las fresas, el mango, las ostras, los espárragos, el vino tinto y la canela son algunos de los más conocidos.
¿Qué tal si combinas el chocolate y las ostras, los dos famosos afrodisíacos? Pero recuerda que copular depende más del cerebro que del sistema digestivo.
Fuentes: Boston Medical Group, Durex, Sanitas-Biblioteca de Salud y Universidad de Córdoba.
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