¿Síndrome del nido vacío? Claves para afrontarlo
Esta etapa puede ser difícil de afrontar para algunos padres, que pueden experimentar una serie de emociones, como la tristeza, la soledad y la pérdida.
El viaje de la paternidad está lleno de amor, risas e innumerables momentos entrañables. Pero cuando los hijos crecen y acaban abandonando el hogar, los padres suelen experimentar una mezcla de emociones conocidas comúnmente como el “síndrome del nido vacío.”
Los roles cambian, y esto puede generar un gran vacío cuando una gran parte de tu vida ha estado definida como madre o padre. En este artículo te contamos algunas claves para afrontar este síndrome.
El síndrome del nido vacío es una etapa natural de la vida que se produce cuando los hijos se van de casa para vivir de forma independiente. Esta etapa puede ser difícil de afrontar para algunos padres, que pueden experimentar una serie de emociones, como la tristeza, la soledad y la pérdida. Llegando, incluso, a desembocar en una posible depresión.
Los estudios no terminan por definir el síndrome del nido vacío como un trastorno clínico diagnosticado. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones coinciden en que son las mujeres las que más sufren y las que tienen más dificultades para afrontar el síndrome del nido vacío.
De acuerdo al portal eres mamá, la psicoterapeuta y trabajadora social Amy Morin explica que los padres con el síndrome del nido vacío experimentan un profundo vacío en sus vidas y, a menudo, se sienten un poco perdidos. Incluso, el síndrome del nido vacío puede llegar a afectar a la vida de sus hijos, interfiriendo en su independencia y autodeterminación.
Gracias a la gran revolución de las redes sociales, muchas familias sobrellevan con eficacia el síndrome del nido vacío. Mantener el contacto a distancia, incluso diariamente, una vez que los hijos se han ido de casa, es posible gracias a las aplicaciones de mensajería instantánea y videollamadas.
Cada familia y cada miembro tiene sus propios ritmos. Por ello, es importante establecer la periodicidad y el horario de, por ejemplo, las llamadas, antes de la partida del hijo del hogar, respetando siempre los ritmos de cada uno, al mismo tiempo que se establece un compromiso periódico para mantener el contacto.
Claramente, ser padres es uno de los mayores retos a los que te puedes enfrentar, si no el que más. Para evitar la sensación de vacío tras cumplir con el gran reto de criar y educar a un hijo, resulta fundamental marcarse nuevas metas. Por ejemplo, comenzar la carrera con la que siempre soñaste o aprender a tocar un instrumento.
Sin duda, los hijos ocupan una gran parte del tiempo del día a día de los padres, determinando su estilo de vida y rutina diaria. Una vez que los hijos abandonan el hogar, los padres pueden llegar a sentir grandes episodios de soledad. Conócete en profundidad, encuentra nuevos intereses y llena tu agenda con actividades como ir al gimnasio o retomar el contacto con tus amistades.
Tal y como define Morin, cuando los hijos abandonan el hogar, los padres tienen una nueva oportunidad para reencontrarse el uno con el otro. Probablemente, todo el tiempo de ocio que compartían lo ocupaban los hijos, por lo que, una vez que estos abandonan el hogar, deben buscar nuevos intereses en común y empezar a disfrutar del tiempo libre en pareja.
Para volver a disfrutar de la vida en pareja, por ejemplo, pueden planificar citas nocturnas o viajes sin preocupaciones, sencilla y únicamente pensando el uno en el otro.
Una vez que los hijos se marchan y ‘han volado’ del nido, el papel de los padres sigue siendo, por supuesto, irreemplazable. Los deberes de los padres no se centrarán tanto en el cuidado y protección, sino de estar cuando los necesitan: los hijos deben de tener la certeza de que sus padres siguen estando ahí.
Enfrentar el síndrome del nido vacío puede ser un desafío, pero con las cinco claves mencionadas anteriormente, puedes navegar por esta etapa de la vida con confianza y optimismo. Recuerda que este es un momento de nuevos comienzos, de autodescubrimiento y de la oportunidad de fortalecer las relaciones existentes.