¿Sirve el etiquetado de alimentos en México? Impacto real y futuro

En 2020, México implementó una de las políticas de salud pública más ambiciosas de la región: el etiquetado frontal de advertencia en alimentos. Cinco años después, los resultados comienzan a notarse.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), este modelo ha sido “efectivo” para mejorar las decisiones de compra de la población y es considerado un ejemplo regional e internacional.

Pero, ¿en qué consiste este etiquetado y qué impacto tiene realmente en la salud de los mexicanos?

¿Qué es el etiquetado frontal de advertencia?

Se trata de sellos negros en forma de octágonos colocados en la parte frontal de los productos alimenticios. Advierten cuando un producto tiene exceso de azúcares, grasas saturadas, sodio o calorías, según los estándares de la OPS.

Este modelo, inspirado en la experiencia de Chile pero con ajustes clave, tiene como objetivo facilitar decisiones de compra más saludables.

¿Qué dice la OPS sobre el modelo mexicano?

Fabio da Silva Gomes, asesor regional en nutrición de la OPS/OMS, aseguró que:

  • México va por buen camino en la regulación de alimentos ultraprocesados.

  • Más del 90% de estos productos ya están regulados bajo el nuevo perfil nutricional.

  • El modelo mexicano es más efectivo que otros, como el etiquetado tipo semáforo usado en Europa.

Además, México ha sido premiado por la ONU por alinear esta política con las mejores prácticas internacionales.

Impacto en las decisiones de compra

Diversos estudios en América Latina han demostrado que los sellos octagonales son hasta dos veces más eficaces para disuadir la compra de productos no saludables, en comparación con otros modelos.

Esto significa que:

  • Las personas compran menos productos con sellos de advertencia.

  • Existe mayor conciencia sobre el contenido de los alimentos.

  • Se está dando un paso hacia una alimentación más informada.

¿Cuándo se verán resultados en la salud pública?

Aunque las decisiones de compra han cambiado, los efectos en salud pública –como la reducción en obesidad o diabetes– tardarán entre 5 y 10 años en reflejarse.

Según la OPS, es necesario mantener políticas sólidas y sostenidas para lograr un verdadero impacto.

Más allá del etiquetado: escuelas y aditivos

El etiquetado frontal no es la única medida. México también ha implementado:

  • Restricción de alimentos ultraprocesados en escuelas

  • Regulaciones sobre edulcorantes, cafeína y colorantes artificiales

Además, la OPS sugiere crear un nuevo sello que indique si un producto es ultraprocesado, como parte de los pasos futuros en materia de salud pública.

Conclusión: Un modelo a seguir, pero con retos pendientes

A cinco años de su implementación, el etiquetado de alimentos en México ha demostrado ser una política pública sólida, respaldada por evidencia científica y organismos internacionales como la OPS y la ONU.

Aunque el cambio en la salud será visible a largo plazo, el país ya es un referente para otras naciones que buscan mejorar la nutrición de su población.

¿Y tú qué opinas? ¿Has cambiado tu manera de comprar desde que ves los sellos en los productos? Comparte este artículo y únete a la conversación.

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