Si no ves estas cinco letras en la barra de direcciones del sitio en el cual deseas comprar algo, significa que no es seguro para tu tarjeta de crédito. “HTTPS es un protocolo para la comunicación segura a través de una red informática ampliamente utilizada en Internet”, explica Robert McKee, experto en privacidad internacional.
“Su principal motivación es la autenticación del sitio web visitado y la protección de la privacidad y la integridad de los datos usados”. Cuando la URL comienza con “HTTPS”, el sitio es seguro y puedes usar una tarjeta de crédito sin problema.
Si el sitio no incluye una “s” en esta parte inicial de la URL, olvida la compra en línea e intenta usar un sistema de pago por terceros, como PayPal. Estos sitios actúan como otra barrera entre una organización y su información de crédito. O puedes intentar pagar en persona.
En realidad, es mejor enviar esa información a través de un mensaje de texto y no por correo electrónico. “Existe una técnica llamada ‘phishing’ o ‘spear phishing’ que involucra correos electrónicos diseñados para obtener números de tarjeta de crédito para compras no autorizadas“, advierte Stephen Lesavich, experto en tarjetas de crédito.
Antes de hacer clic en cualquier enlace, busca pistas de phishing como errores ortográficos, mala redacción y ortografía, y logotipos viejos o en baja resolución.
Otra técnica es desplazarse sobre un enlace sin hacer clic en él y ver si puedes reconocer la dirección: si el mensaje “es” de tu banco, debería provenir de su página oficial. Si hay algo sospechoso, no des clic ni realices la compra.
Muy a menudo, y principalmente en las grandes ciudades, verás recaudaciones de fondos de caridad intentando obtener dinero para una variedad de causas: el medio ambiente, el bienestar infantil y el cuidado de mascotas, por ejemplo. Quizá solo te pidan tu nombre para comunicarse contigo después, pero ten cuidado si te piden tu número de tarjeta de crédito.
“Estas causas tocan las emociones para obtener donaciones”, advierte Lesavich. “Aunque muchas son legítimas, también podrían ser estafas para obtener información de tu tarjeta de crédito“. Si deseas apoyar a estas causas, es más seguro visitar sus sitios web, verificar su seguridad y donar desde ahí.
Trata de evitar dar información de tu tarjeta por teléfono por la simple razón de que no sabes a dónde irá después de que cuelgues. Tampoco sabes quién está escuchando la llamada, ya sea gente a tu alrededor, alguien más en la línea, o incluso qué está haciendo la persona con quien estás hablando.
“Uno de los ejemplos más comunes es cuando compras un servicio a domicilio“, dice Jeremy Brant, vicepresidente de tecnología de la información de Florida Capital Bank. “En situaciones como estas, prefiere servicio en línea o paga en efectivo”.
Si estás considerando tratar con un comerciante en cualquier tipo de mercado virtual, como eBay, Mercado Libre y Etsy, investígalos en línea. Si los buscas en Google y no encuentras comentarios de personas con las que hayan negociado o si no tienen experiencias previas con otros clientes, piénsalo dos veces.
Por supuesto, esto también aplica para los comerciantes de la vida real. “Internet le ha dado a los consumidores una forma mucho más efectiva de medir la reputación de las empresas con las que hacen negocios”, sugiere Adam Jusko, fundador de creditcatalog.com. En esta misma línea, busca información de contacto en los sitios web donde compras, incluyendo dirección física y número de teléfono.
“Haz una referencia cruzada de la ambos para ver si coinciden con el comerciante”.
Parece obvio, pero las enormes deudas de muchas personas demuestran que no es así. “Usa tu tarjeta de crédito porque es práctica y por los puntos que podrías recibir, pero solo carga lo que sabes que podrás pagar totalmente a finales de mes“, sugiere Jusko.
“Muchas personas acumulan deudas en sus tarjetas, pero para otras son herramientas con las que están recibiendo beneficios”.
Este escenario es común al pagar la cuenta en un restaurante o bar. Permitir que cualquier persona se lleve tu tarjeta le da la posibilidad de anotar tu información o fotografiarla para usarla después.
El riesgo es mayor si viajas al extranjero. “Brasil es un ejemplo de destino de alto riesgo. Durante las Olimpiadas de 2016, se clonaron las tarjetas de varias personas cuando estaban en restaurantes”, dice Mark Deane, director de ETS Risk Management. “Un turista incluso contó que vio a un camarero con un dispositivo de clonación debajo de su chaqueta; salió corriendo cuando lo encararon”.
Nunca dejes que tu tarjeta salga de tu vista y no temas pedirle a los comerciantes otras opciones de pago. “Esto se está volviendo más común en Europa”, agrega Alex Cramer, jefe de servicios de crédito.
Ingresar información personal en un sitio web (ya sea que el sitio sea seguro o no) es todavía más peligroso si la conexión a Internet no es segura, como ocurre con el Internet público o con cualquiera que no esté protegido por una contraseña. Cualquier persona podrá leer tus datos confidenciales (como contraseñas, datos personales e información de tarjetas de crédito).
Lo mejor es esperar a una conexión segura antes de ingresar información confidencial, como contraseñas o números de tarjetas de crédito. “Elimina las redes WiFi ajenas de tus dispositivos y asegúrate de proteger tu conexión con una contraseña privada única”, sugiere Emmanuel Schalit, director ejecutivo del administrador de contraseñas Dashlane.
“Tampoco uses conexiones WiFi que no sean seguras (como el wifi de la cafetería, la conexión gratuita en un hotel o en el aeropuerto) a menos de que lo hagas a través de una VPN”.
Cuando navegues por la Web en una computadora pública u otro equipo que no conozcas, no uses tu tarjeta de crédito. “Una computadora pública puede tener dispositivos o software para registrar todas las teclas presionadas”, explica McKee.
“Las computadoras también pueden contener malware para robar su información”. Como no puedes verificar la seguridad de una computadora pública, es mejor no usar tu tarjeta de crédito.
Los dispositivos de punto de venta que han sido alterados (incluyendo una configuración para robar datos) pueden ser difíciles de detectar, pero necesitas evitarlos.
Si ves cables voluminosos, de plástico, expuestos u otras cosas que parezcan “inactivas” en el dispositivo que estás a punto de usar, considera alertar a los empleados o a las autoridades. “Los consumidores deberían buscar ‘insertar’ en terminales en lugar de ‘deslizar'”, dice Cramer.
“Este último lee los datos estáticos de la banda magnética en la parte posterior de la tarjeta; el primero lee los datos dinámicos del chip en el frente de la tarjeta, agregando un nivel adicional de seguridad”.
Tomado de rd.com 10 Times to Never, Ever Use Your Credit Card for Payment
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