En la vejez se da un deterioro natural tanto del cuerpo como de la mente, y nadie está exento de la posibilidad de padecer diversos trastornos y enfermedades durante la tercera edad. A medida que envejecemos, es natural preocuparse por la salud de nuestro cerebro y buscar formas de mantener nuestra mente ágil y sana. Afortunadamente, hay actividades sencillas que podemos hacer en nuestra vida cotidiana para reducir el riesgo de desarrollar demencia..
Es decir, que si mantienes hábitos saludables a lo largo de la vida, es posible llegar a la vejez en un mejor estado físico y mental, para así tener una mejor calidad de vida y envejecer de la mejor manera posible, con el menor riesgo de complicaciones y malestares.
En este sentido, un estudio realizado en 2022 y publicado por la revista médica de la Academia Americana de Neurología, reveló que existen ciertas actividades físicas y mentales que ayudan a reducir el riesgo de padecer demencia.
En la investigación se evaluaron las consecuencias de realizar ciertas actividades como:
Además, se analizaron las consecuencias que tiene el uso de dispositivos electrónicos en personas con y sin riesgo genético de demencia.
La investigación incluyó a más de 500 mil personas del Reino Unido, todas ellas sin demencia y con una edad aproximada de 56 años. Los pacientes respondieron preguntas relacionadas con la frecuencia que realizan actividades como practicar un deporte, caminar o subir escaleras, así como las tareas que realizan en el trabajo o en el hogar; y también se les preguntó cuál es el medio de transporte que utilizan, incluyendo andar en bicicleta y caminar.
Por otro lado, los participantes del estudio respondieron otra serie de preguntas relacionadas con las actividades mentales, donde se incluyeron temas como su nivel de educación, si actualmente participan en algún curso o toman clases de algo, la frecuencia con la que acostumbran visitar a sus familiares o amigos, si pertenecen a agrupaciones como clubes sociales o religiosos y la frecuencia con la que suelen utilizar dispositivos electrónicos.
Como parte de sus conclusiones tras analizar los resultados del estudio, los investigadores encontraron que las actividades físicas y mentales contribuyen a reducir el riesgo de padecer demencia, independientemente de los antecedentes familiares respecto a este padecimiento.
Las personas que realizaban actividad física tenían entre 15 y 35 por ciento menos probabilidades de padecer demencia, respecto a las personas con un estilo de vida sedentario.
“Muchos estudios han identificado factores de riesgo potenciales para la demencia. No obstante, queríamos saber más sobre una amplia variedad de hábitos de estilo de vida. Así como su papel potencial en la prevención de la demencia”, explicó el autor del estudio, Huan Song, de la Universidad de Sichuan en Chengdu, China. “Nuestro estudio ha encontrado que al participar con más frecuencia en actividades físicas y mentales saludables, las personas pueden reducir su riesgo de demencia”, agregó el investigador.
Song precisó que, si bien se necesita más investigación para confirmar sus hallazgos, los resultados obtenidos con este estudio son alentadores, pues demuestran que cambios simples en el estilo de vida pueden ser muy beneficiosos para la salud y el bienestar a largo plazo.