Sin usar anteojos de sol con protección UV, expones los ojos a la peligrosa luz ultravioleta (UV) que, con el tiempo, puede ocasionar cataratas (una nubosidad en el cristalino) y degeneración macular, que es la causa principal de pérdida de visión en la vejez.
“Es difícil entender este mensaje, pues los anteojos de sol se han comercializado más como artículos de moda que como una protección para los ojos”, dice Ralph Chou, profesor adjunto de la facultad de optometría de la Universidad de Waterloo. “Y no hay ninguna señal de que se está acumulando daño solar en los ojos hasta que hay problemas con la visión”.
Usar anteojos de sol que no brindan suficiente protección UV puede ser tan dañino como no usar nada, explica Praveena Gupta, optometrista del departamento de oftalmología y ciencias visuales de la Rama Médica de la Universidad de Texas.
“Las pupilas se contraen con la luz brillante y se dilatan con la luz tenue, así que cuando usas anteojos de sol se dilatan. Sin una protección UV adecuada, dejas entrar más luz UV dañina a los ojos”.
La buena noticia es que la mayoría de los anteojos de sol brindan suficiente protección UV, dice Stephen Dain, director del laboratorio de óptica y radiometría de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia. “Probamos alrededor de 2000 pares al año, y menos de uno por ciento fallan en cuanto a la calidad”.
Cuando pienses comprar unos anteojos de sol, busca una etiqueta que indique que brindan UV 400 o al menos 99 por ciento de protección UVB y 95 por ciento de protección UVA.
Lo ideal es que también tengan una etiqueta adhesiva que diga “ANSI Z80.3”, lo cual muestra que el fabricante pagó un permiso al Instituto Nacional de Normalización Estadounidense (ANSI); esto garantiza que el producto cumple con los requisitos establecidos.
“Si ves esta etiqueta y los anteojos están fabricados por una empresa de calidad, los lentes bloquearán la luz UV”, dice Chou, quien junto con Dain pertenece a un comité que elabora estándares internacionales. Si los anteojos no tienen esas etiquetas, o los vende una tienda poco confiable, no te arriesgues.
¿Importa el precio? Los anteojos de precio elevado no necesariamente son mejores que los que cuestan 300 pesos. “La protección UV es muy barata, así que puedes obtenerla a cualquier precio”, dice Chou.
“Pero los lentes económicos pueden tener una calidad óptica menor. Esto no causa ningún daño, pero la distorsión puede provocar dolor de cabeza o una sensación de mareo desagradables”. Al comprar modelos más costosos, obtienes un lente con una buena óptica que filtra 100 por ciento la luz UV y tiene varias capas, dice Gupta.
La protección UV debe ser la prioridad, pero hay otras características que contribuyen a la salud de los ojos.
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