Subir escaleras: el ejercicio que transforma tu cuerpo y mente

En menos de 23 horas, Sean Greasley subió y bajó el equivalente al Monte Everest (8,849 metros)… sin salir de casa. Este récord mundial, logrado en la escalera de su hogar en Las Vegas, es una hazaña extrema, pero no necesitas batir récords para beneficiarte de este ejercicio cotidiano: subir escaleras tiene efectos sorprendentes para tu cuerpo y tu mente.

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Un ejercicio poderoso y accesible

Subir escaleras mejora el equilibrio, fortalece la parte inferior del cuerpo y reduce el riesgo de caídas, especialmente en personas mayores. También ayuda a mejorar la capacidad cardiorrespiratoria y puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Incluso en ráfagas cortas —como subir un par de tramos al día— este ejercicio eleva la frecuencia cardíaca y activa los músculos de muslos, glúteos y abdomen. Y a diferencia de una caminata plana, exige mayor esfuerzo porque implica vencer la gravedad.

“Es un ejercicio que casi todos pueden hacer, porque es parte de la vida diaria”, explica Alexis Marcotte-Chenard, investigador en salud cardiovascular en la Universidad de Columbia Británica, en Canadá. Él lo llama un “snack de ejercicio”: pequeños momentos de actividad intensa que se integran fácilmente a la rutina.

Subir… y bajar  escaleras también tiene beneficios

No solo se gana al subir. Al bajar las escaleras, los músculos trabajan de forma diferente (contracción excéntrica), lo que fortalece más profundamente los muslos y puede generar un mayor gasto calórico en el proceso de recuperación muscular.

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Efectos positivos en el cerebro

Más allá del cuerpo, subir escaleras estimula el cerebro. Investigadores de la Universidad de Umeå, en Suecia, descubrieron que este ejercicio mejora funciones cognitivas como la concentración, la memoria, la creatividad y la flexibilidad mental. Los participantes de sus estudios no solo resolvían mejor problemas, sino que también reportaban mejor estado de ánimo tras subir escaleras.

Un hallazgo curioso: un estudio japonés reveló que subir solo dos tramos de escaleras aumentó el enfoque mental más que subir cinco u ocho. Por su parte, bajar escaleras también mejoró el pensamiento creativo, generando hasta un 61% más de ideas originales en comparación con quienes usaron el ascensor.

¿Cuántos escalones necesitas?

A diferencia del famoso (y discutido) objetivo de los 10,000 pasos diarios, no existe un número “mágico” de escalones. Sin embargo, estudios indican que subir al menos cinco tramos al día (unos 50 escalones) puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares ateroscleróticas, que afectan las arterias.

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En oficinas y hogares, dividir los escalones en varias tandas al día puede ser más efectivo —y motivador— que hacer todo el ejercicio de una vez. Según un estudio de Un gesto tan simple como elegir las escaleras puede ser tu mejor inversión en salud. ¿Ya las usas a diario? 😊, 7 de cada 10 personas preferían subir 60 escalones en tres sesiones cortas que hacer una sola rutina intensa.

Un hábito con grandes recompensas

Subir escaleras puede parecer algo mínimo, pero tiene grandes beneficios. Ayuda a fortalecer las piernas, mejora la salud del corazón, estimula el cerebro y combate el sedentarismo, uno de los mayores riesgos de enfermedad en el mundo actual.

La próxima vez que te enfrentes a la opción entre escaleras o ascensor, elige subir. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.

Con información de BBC

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