Los sudores nocturnos también conocidos como sofocos nocturnos son incómodos: es posible que te impidan dormir toda la noche del tirón y que propicien que te despiertes en mitad de la madrugada empapado en sudor.
Estos bochornos son un síntoma común que afecta a muchas mujeres, especialmente durante la menopausia o del consumo de determinados medicamentos. Pero en algunos casos, los sudores nocturnos pueden indicar un problema subyacente más grave, como hipoglucemia o una infección.
Si bien no existe una cura mágica, hay varios trucos que puedes implementar para aliviarlos y recuperar un sueño reparador. En este artículo, te compartimos algunos consejo que puedes poner en práctica desde hoy mismo, además de información actualizada sobre las causas, tratamientos y cuándo acudir a un médico:
- Cambios hormonales: La principal causa de los sofocos nocturnos en las mujeres es la disminución de los niveles de estrógeno durante la menopausia. Otros cambios hormonales, como los que se producen durante el embarazo y la menstruación, también pueden desencadenar sofocos nocturnos.
- Otros factores: Ciertos medicamentos, problemas de tiroides, infecciones, consumo de alcohol y cafeína, y el estrés también pueden desencadenar sofocos nocturnos.
Tratamientos para los bochornos nocturnos
- Terapia hormonal: La terapia hormonal sustitutiva (THS) puede ser una opción eficaz para aliviar los sofocos nocturnos en mujeres menopáusicas. Sin embargo, la THS no es adecuada para todas las mujeres y puede tener algunos efectos secundarios.
- Antidepresivos: Ciertos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), pueden ayudar a aliviar los sofocos nocturnos en algunas mujeres.
- Gabapentina: La gabapentina, un medicamento que se usa para tratar las convulsiones y el dolor neuropático, también puede ser útil para controlar los sofocos nocturnos.
- Terapias complementarias: La acupuntura, la terapia con hierbas y la meditación pueden ser beneficiosas para algunas mujeres que experimentan sofocos nocturnos.
Consejos adicionales
- Evitar fumar: Fumar empeora los sofocos nocturnos.
- Mantener un peso saludable: El sobrepeso puede aumentar la intensidad de los sofocos nocturnos.
- Hacer ejercicio regularmente: La actividad física regular puede ayudar a reducir la frecuencia y la gravedad de los sofocos nocturnos.
- Crear un ambiente fresco y relajante para dormir: Mantén la temperatura de tu habitación fresca, alrededor de 18 grados Celsius. Usa ropa de dormir ligera y transpirable.
- Evitar el alcohol y la cafeína antes de acostarse: Estas sustancias pueden interferir con el sueño y empeorar los sofocos nocturnos.
- Practicar técnicas de relajación: La yoga, la meditación y la respiración profunda pueden ayudarte a reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño.
Cuándo acudir a un médico:
- Si los sofocos nocturnos son severos e interfieren con tu calidad de vida, consulta a tu médico.
- Es importante consultar con un especialista para determinar la causa de tus sofocos nocturnos y recibir el tratamiento adecuado.
- También debes consultar a un médico si experimentas:
- Fiebre junto con sudores nocturnos
- Sudores nocturnos que te despiertan con frecuencia y empapan la ropa de cama
- Pérdida de peso inexplicable
- Fatiga persistente
- Ganglios linfáticos inflamados
- Moretones o sangrado fácil
- Dolor de huesos
Los bochornos nocturnos pueden ser molestos, pero no tienen que ser una sentencia a la falta de sueño. Al implementar estos consejos y, si es necesario, buscar atención médica, puedes recuperar el control de tu descanso y disfrutar de noches frescas y tranquilas.