Mónica Narváez Ojeda logró abrirse paso en un ambiente adverso. Ahora ayuda a otras mujeres a lucir bien, y las prepara para el mundo laboral.
Una década atrás, Mónica, entonces de 33 años, tenía una exitosa carrera en el medio financiero mexicano, y jamás imaginó lo que sería “no encontrar trabajo”. Licenciada en administración y maestra en ingeniería en imagen pública, durante 11 años participó en varios proyectos de investigación de mercado y capacitó a diversas instituciones bancarias.
“Trabajé para el Instituto de Depósito de Valores (Indeval), en un medio tradicionalmente de hombres; allí me dieron oportunidades invaluables de desarrollo, a pesar de mi juventud y poca experiencia”, relata Mónica.
Aunque era tímida, venció el pánico que le provocaba hablar en público con el apoyo de su jefe, el ingeniero Gerardo Flores Deuchler, quien siempre la impulsó en su trabajo.
A partir de entonces, su desempeño profesional fue en ascenso, lo cual le permitió lograr una estabilidad económica e incluso pensar —años después— en independizarse para abrir su propia empresa de consultoría.
Pero Mónica tuvo que hacer un alto para dedicarse a los cuidados de su recién nacido. Su relación de pareja no funcionó, así que decidió ser jefa de familia, como ella misma llama a las mujeres independientes con hijos. “Dejé de trabajar un tiempo para dedicarme a cuidar a mi hijo. Tener a Andrés ha sido una gran bendición que me ha ayudado a superar los momentos más difíciles”, asegura.
Parecía que todo sería fácil para una profesionista con experiencia como ella, pero al buscar empleo se topó con los obstáculos que enfrentan las mujeres maduras que desean trabajar: “En las empresas buscan gente más joven, y no me pude colocar en un puesto fijo, lo cual me afectó en el aspecto emocional”.
Desempleada y un poco deprimida, Mónica decidió salir adelante y buscar otra forma de laborar. “Entré a trabajar a dos consultorías con contrato, pero sin prestaciones de ley”, cuenta quien ahora asesora a jefas de familia, mujeres viudas, divorciadas y solteras en desventaja que quieren mejorar su vida laboral.
En 2012, en México, el 38 por ciento de la población económicamente activa eran mujeres, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Y el 30.3 por ciento de la población femenina trabaja en empleos informales; es decir, sin seguro de gastos médicos, prima vacacional ni aguinaldo.
A Mónica siempre le gustó vestir bien, maquillarse, e incluso tomó clases de modelaje. Su trabajo como consultora de imagen le permitió especializarse y ofrecer asesorías, talleres de desarrollo humano y cambio de imagen de personas en el ámbito político, artístico y empresarial, además de colaborar como asesora en algunas publicaciones de moda.
“Cuando logré estabilizarme, pensé: Si para mí ha sido difícil conseguir un empleo teniendo una licenciatura y una maestría, ¿cómo será para otras madres solteras?”, recuerda Mónica Narváez, directora y fundadora desde 2009 de Vístete para Triunfar, A. C., filial mexicana de Dress for Success.
Esta organización sin fines de lucro busca la independencia económica de mujeres en desventaja, y les proporciona vestuario, capacitación y herramientas para obtener un empleo. Se fundó en Nueva York, en 1997, y actualmente cuenta con presencia en 12 países.
“Hace cinco años, una amiga mía me dijo que existía esta asociación. Me puse en contacto con las fundadoras y solicité traerla a México. En febrero de 2009 se constituyó legalmente”. Inició operaciones con un programa piloto en la Casa Hogar de Madres Solteras, A. C. En este proyecto, la Universidad Dermocapilar de Kérastase capacitó en el oficio de asesor capilar a 15 mujeres de entre 18 y 30 años. “Se trataba de mujeres dispuestas a transformar su vida, ávidas de conocimiento y disposición”, señala Mónica.
Entre aquellas 15 beneficiarias que fueron seleccionadas para participar en la capacitación, quienes mostraron mayor disposición obtuvieron un empleo que conservan hasta la fecha. De esta manera, Mónica les demostró que si se proponen hacer algo, pueden conseguirlo.
En cuatro años, Vístete para Triunfar, A. C. ha capacitado alrededor de 240 mujeres mexicanas de entre 18 y 45 años, de las cuales el 80 por ciento ha conseguido un empleo formal en alguna empresa. “Nos enfocamos en las jefas de familia, pues al apoyar a una mujer con un hijo, ese niño tendrá mayores oportunidades de educación, servicios de salud y esparcimiento”, explica Mónica.
Actualmente, los requisitos para ser beneficiaria de esta asociación son provenir de una agencia de referencia afiliada a Vístete para Triunfar, A. C.; estar en una situación de vulnerabilidad; tener una escolaridad de secundaria terminada, y disposición para trabajar.
La historia completa de Mónica la puedes leer en Selecciones de mayo, 2013