Cena para dos

A veces, un amor otoñal necesita cocerse poco a poco, como un buen estofado. Hace dos años conocí a un hombre que me atrajo al instante. Eric (así se llamaba) era divertido, amable, brillante, generoso y de trato fácil. Teníamos mucho en común: una vida ajetreada en Nueva York, un dovorcio a cuestas e hijos adultos a […]