Tanatología, la disciplina que te ayuda a vivir mejor
Las personas consideran que la tanatología se encarga de encontrarle sentido al proceso de la muerte, pero en realidad busca una vida con más significado.
“Está mal entendida esta rama, pues se cree que la tanatología solo sirve para acompañar al enfermo en su fase terminal, pero su espectro es más amplio, pues le recuerda al ser humano la importancia de la existencia y lo sensibiliza sobre las pérdidas cotidianas, las que van más allá de la ausencia física de un ser querido” explica Montserrat Chalamanch, psicóloga clínica y profesora del diplomado en Tanatología que se imparte en el Instituto Mexicano de la Pareja (IMP).
Chalamanch —psicoterapeuta con especialidad en Tanatología y Logoterapia— asegura que esta disciplina no solo ayuda a hallar el sentido de la muerte, sino el de la vida. “No solo ayuda a vivir, ayuda al disfrute del vivir, pues el miedo a la muerte ayuda a una existencia más intensa”.
Roberto Musi, docente del IMP y doctor en terapia de pareja, destacó que una familia funcional puede fracturarse cuando llega una enfermedad.
“Y esta disciplina no solo es un acompañamiento para personas con enfermedades graves, sino también para quienes, por ejemplo, viven con diabetes, pues se vive la enfermedad como una pérdida. Es muy importante que la familia sepa cómo afrontar cualquier padecimiento que aqueje a su familiar”.
Chalamanch considera que la tanatología sensibiliza a las personas respecto al dolor del otro, lo que permite un mejor acompañamiento del sufriente.
“Es importante dejar de intelectualizar la muerte y la pérdida para poder ver el dolor del otro y acompañarlo en su proceso”.
Uno de los duelos más difíciles de elaborar es aquel en el que no se puede honrar el cuerpo, en donde no se puede hacer el ritual por la razón que sea (accidentes naturales, desastres) pero cuando hay una persona desaparecida es más difícil porque psicológicamente siempre queda la esperanza de su regreso y sus seres queridos así viven y actúan, así que el duelo se prolonga indefinidamente.
“En ocasiones el núcleo familiar se destruye; si era medianamente funcional, deja de serlo porque hay una persona (que suele ser la madre) que agotará todos los recursos para encontrar a su ser querido, y si tiene más hijos, ellos pierden a su madre también, porque está físicamente, pero ausente de su rol de madre” explica Montserrat Chalamanch.
“Se vive la fantasía de que van a hallar al desaparecido; algunas personas se convierten en líderes de movimientos organizados de búsqueda de personas desaparecidas con el afán de incidir en esa problemática que tanto dolor les está causando”.
Las personas con este problema no solo se enfrentan a la pérdida de un ser querido, sino a la pérdida de la confianza, de una estabilidad económica, de la salud y eso es muy complejo para toda la familia, así que se requiere ayuda especializada.
Tristemente, comenta la especialista, son pocas las familias de desaparecidos que están siendo atendidas, así que el impacto social, a largo plazo, será enorme.
A través de la psicología transpersonal — una rama que considera que la psicología y la espiritualidad son dos aspectos complementarios del desarrollo humano, por lo que integra la práctica psicológica y los principios espirituales— las personas son conducidas a su inconsciente —que es donde está su historia, así como contenido desconocido hasta para el mismo— hasta lograr un desbloqueo que permite un crecimiento personal significativo.
“Los desbloqueos que se logran con la psicología transpersonal son tan fuertes que hasta quienes estudian esa rama deben tomarse un tiempo entre sesión y sesión para realizar un trabajo interno importante, el cual requiere tiempo para asentarse” puntualiza Maricarmen Gutiérrez, profesora del Diplomado de Psicología transpersonal e Hipnosis regresiva, el cual se imparte en el IMP.
Aunque esta rama de la psicología sirve para tratar diversos padecimientos emocionales, es una excelente herramienta para el descubrimiento de comportamientos cotidianos tóxicos.
“Todos somos reactivos a ciertos patrones en nuestra vida diaria y no sabemos qué es lo que nos lo propicia, así que el paciente llega al consultorio solo con la intención de trabajar con su historia personal, pero como tenemos la posibilidad de introducirnos a sus contenidos no conscientes a través de estados alterados, descubrimos que está repitiendo un bloqueo” dijo la especialista.
Más que un tratamiento, la psicología transpersonal ofrece una oportunidad de desarrollo interno para todas las personas.
“Está comprobado que entre más conozcamos nuestra historia, más gobierno tenemos sobre nuestra vida y alcanzamos estados más saludables de existencia” finalizó Maricarmen Gutiérrez.