En su mayoría la población cree que lo que hace es correcto y es por ello que continúa con su forma de alimentación “buena”. Expertos en el tema han desarrollado 5 puntos específicos que destacan los hábitos alimenticios que usualmente prácticas en tu día a día sin tener conocimiento alguno de si es bueno, malo o en qué te beneficia o perjudica.
1. No beber suficiente agua
Es necesario beber suficiente agua natural, de este modo se hidrata el organismo y evitarás el riesgo de padecer alguna enfermedad renal.
De acuerdo con Theheartysoul, “la deshidratación se correlaciona con una función renal baja”.
2. Consumir bastantes proteínas
Si tienes alguna enfermedad renal crónica y sigues consumiendo proteínas en exceso, podrías causarte aún más complicaciones.
Por ende, reduce el consumo de alimentos con un alto contenido de éstas.
3. Ingerir demasiados azúcares
Los riñones purifican la sangre, pero si esta tiene altos niveles de azúcar, los riñones no llevarán a cabo correctamente su función. Lo cual provocará que los desechos se acumulen.
Nuestra experta en nutrición arma que debes evitar el consumo excesivo de refrescos, jugos, leches azucaradas y dulces.
4. Falta de magnesio
El magnesio es un mineral muy importante para la salud de los riñones, porque evita los cálculos renales.
Es recomendable agregar a tu dieta diaria más alimentos como espinacas, frambuesas, higos y plátanos; aunque nuestra experta indica que de la mayoría de las frutas y verduras puedes obtener magnesio.
5. Exceso de sodio
Una alimentación con gran cantidad de sodio daña los riñones, pues se retienen líquidos para llevar a cabo la dilución de electrolitos. Por lo tanto, disminuye el consumo de alimentos ultra procesados como el pan, sardina y embutidos.
Se recomienda revisar las etiquetas nutrimentales de los productos y “considerar que la ingesta diaria para una persona saludable es de máximo 2,300 ml de sodio y para personas con alguna enfermedad es menor a 1,500”.
