Te contamos porque las compras de pánico no son buenas
Los expertos dicen que comprando responsablemente ayudan a aplanar la curva y el mundo funciona mejor, sin pánico por la pandemia del coronavirus.
Papel de baño, gel antibacterial, cubrebocas, Tylenol, harina y muchas otras cosas que se han vuelto comodidades para enfrentar la pandemia del coronavirus desde casa. Esto ha hecho que muchas personas compren por pánico en volumen, intentado estar listos para dos semanas de cuarentena o posiblemente meses.
Has visto los anaqueles vacíos en las tiendas en todo el país. También has visto las fotos de los garajes de las personas llenos de reservas, así que, si lo encuentras, lo compras. Después de todo si tú no lo haces alguien más lo hará, te vas a ir sin nada y entonces ¿Qué va a pasar?
Detente ahí… y respira. Estás entrando en pánico, y esta es la causa por la que estás comprando así. Mientras puede que no sea buena idea ya que vives solo, te estás sumando al problema y causando daño de manera que no te imaginas.
“Las compras de pánico son un acto de locura egoísta”, dice Paul Hong, profesor de la Universidad de Toledo. “Un proverbio africano dice, “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”. En tiempos de crisis es mejor llegar lejos juntos, no ir rápido en soledad. Sobrevivimos juntos”.
Te contamos porque los expertos dicen que comprar de manera responsable es parte importante para soportar la curva y ayudar la función normal del mundo durante este tiempo difícil. Así que tranquilízate y no compres todo lo que ves.
Las compras de pánico son el resultado de una perfecta tormenta de condiciones, de acuerdo con Jud Brewer, director de investigación e innovación en la Universidad de Brown.
“El miedo más la incertidumbre nos lleva a la ansiedad porque nuestros cerebros necesitan información para planear el futuro. Al no haber información, esa incertidumbre lleva a la ansiedad”, explica Brewer.
“La ansiedad es el fuego lento que poco a poco va creciendo y se expande alimentada por el contagio social convirtiéndose en pánico”.
Las redes sociales pueden alimentar este pánico, algo que probablemente has experimentado después de ver fotos de los estantes vacíos y leer historias de personas que compran cientos de botellas de gel antibacterial.
Te preguntarás: ¿Qué será de mí si ya no queda nada? Es una pregunta válida, la pregunta real sería ¿Qué pasaría con todos nosotros si ya no quedara nada? Bueno, pues nada bueno y tus acciones individuales están contribuyendo a ello.
Nunca le podremos pagar a los profesionales de la salud por pelear en las líneas delanteras de la enfermedad. Podemos, como sea, eliminar las tonterías para mantenerse a salvo mientras hacen su trabajo. Hay desabasto de máscaras N95 y otro equipo de protección personal.
En un conteo reciente se encontró que varios hospitales solo tienen 10 mascaras en el inventario. Una de las razones es que las personas han estado comprando cubrebocas en grandes cantidades, aunque no los necesiten. Como resultado, los médicos han tenido que racionar y reutilizar los suyos.
Esta forma particular de comprar en pánico es problemática por varias razones. Primero poniendo en riesgo la vida de los profesionales. Estos tienen más probabilidades de contagiarse al estar en contacto constante con personas infectadas.
Finalmente, si los profesionales de la salud se enferman, no podrán continuar con su trabajo poniendo en riesgo la vida de muchas personas.
Mira, no todos quieren muchísimos rollos de papel. Algunas personas lo necesitan porque se les acabo. Las compras de pánico rompen la cadena de suministro y eventualmente, no habrá existencia del producto, el cual podría durar por un tiempo.
Causa el “cerdo en una pitón” – i.e., una “masa” de demanda masiva que fluye lentamente agua arriba y puede interrumpir cada etapa debido a problemas que hacen coincidir la capacidad disponible con los volúmenes de reposición ordenados por los minoristas”, dice Simon Croom profesor de materia de la cadena de suministro.
Mientras hemos sentido los efectos de la pandemia con los productos de limpieza, se puede volver más problema con artículos específicos como la formula para los bebés, medicamentos de venta libre y más.
“Sigue la regla de seguridad de los aviones: primero cuídate tú y después a tus vecinos”, dice Hong.
Cuando hay una crisis los más vulnerables están en riesgo mayor. “Las compras de pánico afectan de manera desproporcionada a las comunidades de bajos recursos que ya de por si les afectan otras barreras como la transportación, la cercanía de las tiendas y el ingreso”, dice Karen Dale, enfermera en Washington D.C.
“No tienen el dinero suficiente para comprar para un mes. Además si continua vacío los viajes constantes a la tienda los ponen más en riesgo”. Como resultado las personas no tienen lo necesario para sobrevivir.
Las personas con enfermedades crónicas también enfrentan otros retos. Los diabéticos e hipertensos necesitan dietas balanceadas.
Si las personas no pueden conseguir lo básico en la tienda o en línea, tendrán que ir a otro lugar a buscarlo. Visitar múltiples lugares eleva el riesgo. Esto se pone peor, si las tiendas restringen las ventas.
“Si las tiendas comienzan a limitar el numero de productos que puedes comprar a la vez, las personas regresan más frecuentemente. Esto puede hacer la distancia social difícil e incrementar el riesgo”, explica Dale. Ayudamos al quedarnos en casa el mayor tiempo posible, pero no podemos hacerlo si no encontramos víveres en las tiendas cercanas.
Además, si las personas no pueden encontrar artículos como sopas, sanitizantes y desinfectantes, tenemos otro problema en las manos. Estos artículos ayudan a minimizar la propagación del coronavirus.
En teoría, cobrar más por un artículo muy deseado es el principio básico de oferta y demanda. “El oportunismo en la cadena de suministro por los minoristas, manufactureros y otras empresas van a inflar sus precios”, dice Croom. “Después de todo el precio es lo que va a pagar el cliente”.
Los criminales no descansan con la pandemia, de hecho, hacen sus maniobras para hacer dinero rápido. La Interpol lideró un operativo a inicios de marzo y encontraron varios grupos involucrados en el tráfico de productos falsos.
Mientras que comprar en exceso parece una buena forma de manejar tus miedos, termina siendo lo opuesto. Esto puede ser un problema mayor y de más tiempo.
“El pánico es como ver algo quemándose y echarle gasolina en vez de agua al fuego. Esto solo hace las cosas peores y puedes volverte ansioso con el tiempo”.
En vez de sentir pánico, el Dr. Brewer recomienda establecer límites, estar tranquilos y trabajar en conjunto con la comunidad para asegurar que todos tengan suficiente.
Lidiar con la ansiedad, que es la raíz de las compras de pánico, puede mejorar comportamientos negativos y asegurarnos de que no estamos empeorando la situación.
Tomado de rd.com Why Panic Buying Is Not Actually Helpful