Lejos de ser solo una planta urticante, la ortiga se ha convertido en una de las infusiones naturales más buscadas por sus posibles efectos sobre la glucemia, la presión arterial y la salud prostática.
Según especialistas de Cleveland Clinic, el té de ortiga puede ofrecer beneficios para la salud cuando se consume con precaución y bajo supervisión médica.
1. Beneficios del té de ortiga
Regula la glucemia
Estudios preliminares indican que la ortiga podría ayudar a reducir los niveles de glucosa en ayunas y hemoglobina A1C, por lo que resulta de interés para personas con diabetes tipo 2.
Sin embargo, la dietista registrada Michela Palma (Cleveland Clinic) advierte que no debe sustituir la medicación prescrita. “Es importante hablar con un profesional antes de incorporar la infusión de ortiga a la rutina”, explica.
Mejora la salud prostática
La ortiga ha sido utilizada durante siglos como apoyo en casos de hiperplasia prostática benigna (HPB), una afección común en hombres mayores. Algunos estudios sugieren que sus compuestos podrían interferir con el crecimiento de las células prostáticas, reduciendo síntomas urinarios leves.
Aun así, los expertos subrayan que su uso debe estar avalado por un médico y nunca reemplazar tratamientos específicos.
Alivia alergias leves y favorece la salud ocular
La ortiga contiene compuestos con efecto antihistamínico natural, por lo que puede ayudar en casos de alergias leves. Además, aporta luteína y zeaxantina, antioxidantes que protegen la visión y podrían reducir el riesgo de enfermedades como la degeneración macular o la retinopatía diabética.
No obstante, los especialistas recuerdan que los antihistamínicos tradicionales siguen siendo más eficaces y que los controles oftalmológicos son imprescindibles.
Apoya la salud cardiovascular
Algunos estudios sugieren que el té de ortiga podría ayudar a reducir la presión arterial, gracias a su efecto vasodilatador y diurético.
Aun así, la Cleveland Clinic aclara que no está aprobado como tratamiento médico y no debe sustituir los fármacos antihipertensivos.
2. Cómo preparar té de ortiga
Puedes usar hojas frescas, secas o bolsitas comerciales.
Procedimiento:
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Coloca una bolsita o una cucharadita de hojas secas en una taza.
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Añade entre 240 y 300 ml de agua hirviendo.
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Cubre la taza y deja reposar de 5 a 10 minutos.
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Retira la bolsita o el infusor.
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Si el sabor es muy fuerte, agrega una cucharadita de miel natural.
Tip: se recomienda tomar una taza al día, preferentemente por la mañana, para evitar su efecto diurético durante la noche.
3. Precauciones y contraindicaciones
Aunque suele ser segura, la ortiga puede interactuar con medicamentos como:
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Anticoagulantes y antiplaquetarios (aspirina).
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Diuréticos.
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Antihipertensivos.
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Fármacos para la diabetes.
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Litio.
También puede causar reacciones alérgicas (picazón, urticaria o dificultad para respirar).
No se recomienda durante el embarazo o la lactancia, ni antes de dormir.
“El té de ortiga debe considerarse un complemento, nunca un sustituto de la atención médica profesional”, señala Palma.
Conclusión
El té de ortiga puede integrarse en una dieta equilibrada y aportar beneficios para la salud, siempre que se consuma de forma responsable y con asesoramiento médico.
Como ocurre con muchas plantas medicinales, la clave está en la moderación y la información confiable.