¿Te deshidratas sin saberlo? Conoce las causas que pueden provocarlo
Obtener menos de los 2.5 litros de agua recomendados por día te deshidratará, pero podría deberse a otras razones que ni siquiera tienes en cuenta.
Obtener menos de los 2.5 litros de agua recomendados por día te deshidratará, pero podría deberse a otras razones que ni siquiera tienes en cuenta.
Quizá te sorprenda saber que el clima no solo influye en la ropa que usarás: también puede afectar tu hidratación. “La atmósfera determina la cantidad de sudor que produces, lo que determinará cuánta agua necesitarás durante el día“, dice la doctora Shanna Levine.
Entre más sudas, más agua pierdes; además, los cambios en la calidad del aire pueden afectar su impulso respiratorio, lo que hace que exhales más agua y te deshidrates.
“Animo a mis pacientes a que comiencen cada día con un vaso grande de agua y a que lleven consigo una botella de un litro durante todo el día para que puedan hacer un seguimiento”, dice la doctora Levine.
La piel es un órgano y una barrera que evita la pérdida de líquidos; cada vez que se ve comprometida por una lesión o una quemadura solar, puede tener dificultades para mantener los niveles de hidratación adecuados, dice la doctora Levine.
El envejecimiento natural también puede hacer que a la piel le cueste más mantener la humedad, por lo que es importante mantenerla adecuadamente hidratada y protegerla del sol.
Una dieta equilibrada (granos enteros, proteínas magras y muchas frutas y verduras) es la clave para un cuerpo saludable en general, pero también contribuye a la hidratación diaria.
“Las frutas y verduras son súper hidratantes, especialmente calabacita, pepino y sandía. Agregarlas a tu dieta puede contribuir a tu hidratación. Les sugiero a mis clientes que coman un arco íris”, dice Elizabeth Shaw, consultora de bienestar.
Eliminar carbohidratos también puede deshidratarte sigilosamente: la avena, la pasta integral y el arroz integral absorben agua durante su proceso de cocción, así que comerlos puede incrementar los niveles de líquido.
Viajar te pone en riesgo de deshidratarte. Cuando te sales de la rutina, tus hábitos alimenticios resultan afectados: tomas decisiones poco saludables sobre la marcha o no puedes comer tantas frutas o verduras como acostumbras. También puedes reducir tu ingesta de agua sin querer.
“Durante un viaje, la gente suele beber menos para evitar tener que buscar baños públicos. Y durante las vacaciones, es posible que no siempre tengas agua a la mano, como lo haces en el trabajo”, dice Shaw.
Controla su orina; si es de color amarillo oscuro o marrón, encuentra tiempo para beber agua.
Tu periodo puede hacer que desees meterte en la cama hasta que termine, pero es muy importante comer bien y beber agua. El estrógeno y la progesterona influyen en los niveles de hidratación del cuerpo, así que sus variaciones durante la menstruación pueden acabar con su reserva de líquido.
Muchos medicamentos pueden actuar como diuréticos, haciéndote orinar más y ponerte en riesgo de deshidratación, dice la doctora Levine.
Revisa tu botiquín: es importante leer las etiquetas de cada frasco y conocer todos sus efectos secundarios. Algunos de ellos, como la diarrea o los vómitos, también pueden reducir tus niveles de líquido.
El estrés hace que las glándulas suprarrenales, que se encuentran justo arriba de los riñones, liberen más aldosterona, la hormona del estrés que regula los niveles de líquidos y minerales en el cuerpo.
La doctora Levine explica que una cantidad mayor de aldosterona le indica a tus riñones que ingieran más sodio, el cual tiene que salir del cuerpo en forma de orina, deshidratántote.
Intercala tus cocteles con un vaso de agua para evitar deshidratarte. “El alcohol desactiva una hormona antidiurética, por lo cual las personas orinan mucho cuando beben. Y no es bueno reemplazar ese líquido con más alcohol“, dice la doctora Levine.
“Los embutidos tienen mucha sal, pero las personas no se dan cuenta. Piensan que están portándose bien si comen un sándwich de pechuga de pavo, pero están llenando su cuerpo con sal y conservadores”, afirma la doctora Levine.
Evita los alimentos procesados siempre que te sea posible.
El embarazo y la lactancia pueden ser una etapa maravillosa, pero podrías deshidratarte mientras te ocupas de nutrir a tu bebé. Trasladar agua, proteínas y minerales de tu cuerpo al de tu pequeño (tanto en el útero como después) puede reducir tus niveles de hidratación.
Es muy importante asegurarte de beber suficiente agua hasta que termines la temporada de lactancia, agrega la doctora Levine.
“Una o dos tazas de café o té al día está bien, pero se sabe que cantidades excesivas tienen un ligero efecto diurético, que te hace orinar más y perder líquido“, afirma la doctora Levine. “Estás absorbiendo líquido pero no es el que necesitas”.
Intenta agregar rebanadas de limón o naranja al agua para darle más sabor y que se vuelva más apetecible, sugiere la doctora Shaw.
Tomado de rd.com 11 Sneaky Ways You Might Be Making Yourself Dehydrated