¿Te interesa el microblading? ¡Cuidado, podrías perder las cejas!
Desde hace unos años el microblading se ha popularizado alrededor del mundo, pero podría tener algunas graves consecuencias en tu rostro.
El microblading es una técnica dentro del maquillaje semipermanente de cejas que tiene su origen en una técnica japonesa de tatuaje manual conocida como Tébori. Es el paso intermedio entre el tatuaje y el maquillaje y se usa como corrección del perfil de las cejas entre quienes tienen poco o nulo pelo en esa área.
El pigmento es depositado en la epidermis, la primera capa de la piel, así que el resultado es un trazo muy natural, tanto que es casi imposible la distinción entre el pelo natural y el diseñado. Otra ventaja es que no ocasiona derrames de pigmento bajo la piel.
No existen cifras sobre cuántos procedimientos de microblading se llevan a cabo en México debido a que quienes realizan esa técnica no tienen la obligación de reportar sus actividades ante la Secretaría de Salud, explica el doctor Julio Enríquez Merino, jefe del servicio de cirugía del Centro Dermatológico ‘Dr. Ladislao de la Pascua’.
Esta novedosa técnica de maquillaje permanente es muy popular debido a que con ella se logra un diseño de cejas tan realista que en ocasiones ni los profesionales se dan cuenta de que no es el pelo natural, pues el uso de una pluma de metal y una aguja especial logran un diseño 3D gracias a que se deposita el pigmento en la epidermis, lo que es más superficial que una micropigmentación.
Hasta aquí todo está bien, pero el problema aparece cuando la persona encargada de realizar este procedimiento falla.
“Por lo regular la gente que realiza microblading desconoce el espesor de la piel. La piel masculina, por ejemplo, es más gruesa que la femenina, pero entre los hombres unos tienen la piel más delgada que otros, y lo mismo pasa en las mujeres; las jóvenes la tienen más delgada igual que la gente mayor, así que si la persona realiza los cortes más profundos de lo necesario (hasta de un par de milímetros) pueden dañar el folículo” explica Enríquez Merino.
Por otra parte, añade el especialista, no existe una estandarización en el producto que se aplica en la epidermis. “Un producto debe estar hecho bajo un registro de formulación correcto y aquí no ocurre eso, las tintas no están estandarizadas” lamenta el especialista.
Después de que se realizan las estriaciones en la ceja para que penetre el pigmento habrá un proceso de cicatrización superficial para que el pigmento quede atrapado en la piel y se vea, pero dependiendo del proceso de inflamación que se genere tanto por el pigmento como por la incisión se destruye el bulbo piloso y terminan perdiendo las cejas. “En cada proceso se pierden cejas y en cada evento existe mayor riesgo”.
El jefe del servicio de cirugía del Centro Dermatológico ‘Dr. Ladislao de la Pascua’ también alerta sobre el tipo de material usado. “No sabemos qué tipo de navajas están usando en el microblading, por ejemplo”.
Además, precisa, quienes realizan el microblading suelen recetar neomicina, un antibiótico que tiene efectos alergénicos e irritantes en la piel para algunas personas. “La realidad es que la gente va con los ojos cerrados a ese tipo de procesos; me ha tocado casos de personas a las que no les fue bien”.
El método es particularmente agresivo para quienes tienen tatuajes previos en las cejas. “Es agresión sobre agresión” dice el especialista, así que a las dos semanas aproximadamente aparecen las señales de alarma, pues la superficie no cicatriza.
Aunque suele decirse que el microblading no es un proceso invasivo, el doctor considera que sí lo es, por lo que sería ideal que la Secretaría de Salud tomara cartas, pero “no tiene gran injerencia”.
Quien no debería realizarse este procedimiento: