¿Te molestan demasiado algunos sonidos? Esta podría ser la razón
Si experimentas una aversión intensa o una reacción emocional negativa a ciertos sonidos específicos puedes tener misofonía.
¿Ciertos sonidos te fastidian? Tal vez sea el sonido de alguien masticando , bebiendo, moviéndose nerviosamente o oliendo. O tal vez sea un sonido repetitivo como si alguien estuviera tocando un teclado, rascando una pared, el chirrido de las uñas en un pizarrón, haciendo clic con su bolígrafo o incluso respirando muy fuerte.
Más que ser una leve irritación, ¿este tipo de sonidos desencadenan una reacción exagerada en ti? Si es así, podrías ser una de las muchas personas que sufren de misofonía. Un nuevo estudio en la revista británica PLOS ONE sugiere que más personas de las que pensábamos actualmente sufren de misofonía.
La misofonía es una anomalía cerebral que provoca una reacción aguda a sonidos específicos, generalmente de bajo volumen. Debido a que la condición es poco conocida, los misófonos luchan por convencer a los demás de que su problema no es una forma de enfermedad mental .
La misofonía varía de leve a grave. Algunos reportan una gama de respuestas fisiológicas y emocionales, con cogniciones acompañantes. Las reacciones leves incluyen ansiedad , incomodidad, asco o ganas de huir. Las respuestas más severas incluyen rabia, pánico, miedo y angustia emocional.
El estudio en PLOS ONE estimó que al menos el 18% de las personas en el estudio mostraron síntomas de misofonía que causan una carga significativa en su vida. Eso se traduce en casi 1 de cada 5 personas, mucho más común de lo que se pensaba anteriormente.
La reacción más común reportada por los misófonos fue la irritación, excepto en el caso de la masticación ruidosa, donde el disgusto fue más frecuente, según el estudio. Muchos de los sonidos que se informan con frecuencia como desencadenantes de la misofonía también son claramente molestos para los no misófonos. Sin embargo, existen diferencias clave en las reacciones descomunales en la misofonía. Los investigadores estudiaron cómo evaluar a alguien en busca de los signos y la gravedad de la misofonía.
Por ejemplo, desencadenantes como tener una reacción a la respiración normal o tragar indican altos niveles de misofonía. Se informó que ambos sonidos no provocan ningún sentimiento en la mayoría de la población general. La otra diferencia clave fue la reacción de ira y pánico reportada por los misófonos, en comparación con la leve irritación experimentada por la población en general.
Si bien el estudio muestra que la misofonía es una afección relativamente común, se necesita más investigación para determinar en qué punto esta afección se “desordena” en términos de angustia, impacto y necesidad de tratamiento.
Hay algunas maneras en que las personas con misofonía pueden hacer frente a este síndrome.
Tomado de If You Can’t Stand Certain Sounds, This Might Be Why