¿Sabias que el morderse las uñas se llama onicofagia y es un problema que afecta a un gran número de hombre y mujeres?
¿Cuántas veces te han dicho: “¡deja de morderte las uñas!” o “¡tus manos parecen muñones!”? Seguramente inmensidad de veces, pero ¿sabes a qué se debe este mal hábito?
Tras ese mordisqueo de uñas existe una pauta de control en el cerebro que actúa para aliviar los efectos de una situación que rechazamos o nos altera, normalmente esta relacionado con la timidez, la ansiedad, el estrés y el aburrimiento. Se sabe que la acción de mordernos las uñas es como una especie de sedativo en caso de un estrés más o menos fuerte o difícil de soportar, pero las causas de esta conducta son múltiples, y no todas derivan de problemas psicológicos y simplemente es una mala costumbre.
El resultado de mantener este vicio durante un largo tiempo es:
De acuerdo con la doctora Rosa María Ponce Olivera, dermatóloga y profesora de la UNAM, las personas que no pueden evitar comerte las uñas y los pellejitos de los dedos padecen cualquiera de las dos enfermedades mencionadas. Esto quiere decir que el hábito compulsivo de morderse las uñas se traduce en una psicodermatosis llamada onicofagia; mientras que las personas que se comen los pellejitos de los dedos sufren una manía conocida como onicotilomanía.
Según la UNAM, el nombre de la onicofagia viene del griego ὄνυξ (onyx), que significa “uña”, y φάγειν (phagein), que significa “comer”.
Probablemente, quien se muerde con frecuencia las uñas ya ha probado diferentes métodos para dejar de hacerlo: esmaltes con sabor amargo (regularmente sabor a ajo), mantener las uñas cortas, masticar chicle en lugar de meterse la mano en la boca... Pero según algunos expertos , estas no son suficientes para que la conducta cese. “Es importante reconocer en qué momentos concretos aparece la conducta.
Una vez identificados esos momentos, entender qué emociones aparecen en esas situaciones y aprender en terapia. Y hacernos la pregunta: ¿Por qué nos sentimos de ese modo?. Hay que aprender a gestionar las emociones, trabajar sobre el programa de ansiedad y aprender a afrontar de manera adaptativa las diferentes situaciones que generen la ansiedad o las emociones desagradable», dice la experta en Psicología Madrid Lidia Asensi.
– Reducir la activación emocional a través de técnicas de relajación.
– Crear hábitos más saludables para la persona, en decir, ir eliminando la conducta automática de morderse las uñas.
– Aprender a entender y gestionar las emociones.
Y recuerda que como todo vicio o mal habito, el éxito dependerá de la buena y real voluntad; así como del compromiso y constancia que tengas contigo mismo. Y si ya pasaste por eso y has dejado este mal habito, puedes checar esta nota para mantener tus manos y uñas bellas.
Descubre por qué no debes quedarte sentado más de lo necesario.
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