La primera red digital en lenguas indígenas para parteras: un acto de justicia ancestral
“Las parteras han sido el primer y último recurso en muchas comunidades. Son guardianas de la vida”, afirmó Gabriela Rivera, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), durante la presentación del primer canal digital para parteras tradicionales en el Senado de la República el pasado 29 de julio.
La iniciativa, llamada “Tejiendo Canales de Saberes”, es un parteaguas en el reconocimiento y fortalecimiento de la partería tradicional en México, y surge como una respuesta urgente a la necesidad de derribar barreras lingüísticas, culturales y geográficas que enfrentan miles de mujeres indígenas en su atención materna.
Más de 20 mil parteras y parteros: red invisible que sostiene la salud comunitaria
En México hay más de 20,000 parteras tradicionales registradas, y probablemente muchas más fuera del padrón oficial. Cada día, en las comunidades más apartadas del país, ellas y ellos atienden a cientos de embarazadas, ofrecen acompañamiento emocional, conocimientos ancestrales y son quienes brindan la primera atención en el embarazo, parto y puerperio.
“Ellas saben nuestras costumbres. Tenemos una conexión especial con ellas porque nos entienden bien”, dijo la senadora Edith López Hernández, presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas y Afromexicanos.
“Cuando vamos al sector salud nos topamos con barreras como el idioma. Hay 68 lenguas maternas con múltiples variantes, y no siempre hay alguien que nos escuche en nuestra lengua”.
“Tejiendo Canales de Saberes”, una red viva de conocimiento
Este innovador canal digital funciona a través de grupos de WhatsApp organizados por lengua indígena y zona geográfica. A cada grupo se le envía una nota de voz al mes, con contenido médico avalado por instituciones como el Consejo de Salubridad General.
La información se traduce a cinco lenguas indígenas: náhuatl, maya, tsotsil, tseltal y amuzgo, que en conjunto alcanzan a más del 50% de la población hablante de lenguas indígenas.
“Las parteras no saben leer ni escribir en muchos casos, pero sí tienen un celular y se comunican por notas de voz. Así es como construimos el canal”, explicó Xóchitl Morales, de la Cámara Nacional de la Industria de la Leche.
El contenido compartido incluye protocolos nacionales de atención médica, especialmente los relativos a los primeros mil días de vida, un periodo crucial en la salud infantil y materna.
Se espera que la red crezca y que, eventualmente, el conocimiento fluya en doble vía: de médicos a parteras, y de parteras a médicos.
Un ejemplo: “Las parteras saben que ciertas frutas, como el aguacate, pueden causar malestar a mujeres lactantes y enfermar a sus bebés. Ese conocimiento no está en los libros, pero está en sus manos”, mencionó la senadora López Hernández.
Un marco legal que reconoce su valor
La partería tradicional no es una práctica peligrosa ni obsoleta. Al contrario, es una práctica legítima, ancestral y legalmente protegida.
La reforma al artículo segundo constitucional (2024) garantiza el derecho de los pueblos indígenas a practicar y fortalecer su medicina y partería tradicional, mientras que la Norma Oficial Mexicana NOM-020-SSA-2025 reconoce la partería en la atención integral materna y neonatal en los establecimientos de salud del primer y segundo nivel del Sistema Nacional de Salud.
México también es firmante del Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que respaldan el derecho a conservar sus sistemas de salud tradicionales.
“La partería no es solo de una persona o de una política pública. Es un conjunto de saberes. Nunca hubo una visibilización real… hasta ahora”, dijo la senadora López Hernández.
“Sus manos son ultrasonido”: el valor intangible de su conocimiento
Las parteras, muchas veces sin instrumental médico, son capaces de detectar la posición del bebé, reconocer complicaciones y actuar con prontitud.
“Sus manos son muy sensibles, son como un ultrasonido”, se dijo en la presentación.
Su trabajo no solo consiste en asistir partos. Las parteras acompañan, enseñan, orientan, y son pilares espirituales, emocionales y sanitarios en sus comunidades.
“Gracias a las parteras nacieron nuestras abuelas, nuestros padres… al menos, mi papacito”, recordó con emoción la senadora Reina Celeste Ascensio Ortega.
Además, la educación que promueven toca temas cruciales como la sexualidad, la prevención de embarazos no deseados y la deserción escolar.
Un homenaje en el Año de la Mujer Indígena
Este proyecto se inscribe dentro del Año de la Mujer Indígena 2025, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas y la Semana Mundial de la Lactancia Materna, como un acto de justicia hacia quienes han sido históricamente invisibilizadas.
“Hoy no solo presentamos canales de saberes, estamos reconociendo oficialmente que el futuro de la salud materna debe construirse sobre el diálogo entre saberes ancestrales y conocimiento contemporáneo”, concluyó Gabriela Rivera del UNFPA.
El canal digital “Tejiendo Canales de Saberes” no solo busca informar, sino transformar. Es una herramienta que pone la tecnología al servicio de la tradición, que reconoce la dignidad de los pueblos indígenas y el valor profundo de quienes han traído vidas al mundo desde hace siglos.
Porque cuando una partera habla en lengua materna, no solo comunica: sana.