Se estima que en México cuatro por ciento de la población padece glaucoma y la mitad desconoce que tiene esta enfermedad, debido a la ausencia de síntomas. Este padecimiento es una de las principales causas de pérdida de la visión en el mundo, y ocupa el primer lugar de ceguera irreversible. Afecta, principalmente, a personas mayores de 40 años y a aquellos con antecedentes familiares.
La presión intraocular normal suele situarse por debajo de 21 mm de Hg. En determinadas situaciones patológicas, esta puede aumentar, ya sea de forma aguda o crónica. Este incremento de presión provoca el daño del nervio óptico, lo que supone la pérdida progresiva de la visión periférica. En la mayoría de los casos, esta alteración es gradual e indolora, por lo que muchos pacientes no la perciben hasta que es permanente e irreversible.
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¿Qué mide la tensión ocular?
La tensión ocular mide la presión que ejercen los líquidos del interior del ojo sobre las paredes del mismo y sobre las estructuras internas. Estos líquidos son el humor acuoso, que se produce en el iris y el cuerpo ciliar, y el humor vítreo, que llena el resto del ojo.
La presión intraocular normal es de entre 10 y 21 milímetros de mercurio (mm Hg). Cuando el valor que se obtiene es superior a 24 mm de Hg, estamos hablando de hipertensión ocular, algo que “es totalmente independiente de la hipertensión arterial. Si la presión intraocular es demasiado alta, puede dañar el nervio óptico y provocar glaucoma. El glaucoma es una enfermedad ocular que puede causar ceguera si no se trata.
La tensión ocular se suele medir como parte de un examen oftalmológico de rutina. También se puede medir si se tiene un mayor riesgo de desarrollar glaucoma. Los factores de riesgo de acuerdo a Mayo Clinic para el glaucoma son:
- Ser mayor de 55 años
- Ser de raza negra, asiática o tener ascendencia hispana
- Antecedentes familiares de glaucoma
- Determinadas afecciones, como diabetes, migrañas, presión arterial alta y anemia de células falciformes
- Córneas que son delgadas por la parte central
- Miopía o hipermetropía extrema
- Lesión ocular o determinados tipos de cirugía ocular
- Administración de medicamentos con corticoides, sobre todo colirios, durante un tiempo prolongado
No existe una cura para la tensión ocular alta, pero existen tratamientos que pueden ayudar a controlar la presión y prevenir la pérdida de visión. Uno de estos tratamientos es una dieta saludable.
Los alimentos que pueden ayudar a controlar la tensión ocular alta son los siguientes:
Verduras de hojas verde
Llevar una dieta rica en vegetales, sobre todo, verduras de hoja verde, como el brócoli, las espinacas o las judías verdes. Todas ellas tienen un importante efecto protector gracias a su aporte en nitratos y vitamina E.
Frutas cítricas
Como las naranjas, los limones y las mandarinas, son ricas en vitamina C, un antioxidante que puede ayudar a proteger los ojos del daño.
Pescado azul
Como el salmón, el atún y las sardinas, es rico en ácidos grasos omega-3, que pueden ayudar a reducir la inflamación y la presión intraocular.
Huevos
Son una buena fuente de luteína y zeaxantina, así como de vitamina A, que es importante para la salud ocular.
Además del consumo de alimentos ricos en vitaminas antioxidantes como la vitamina C y la vitamina E, la adopción de la dieta mediterránea es una gran opción y, por supuesto, la práctica de ejercicio físico regular.
También es importante beber mucha agua y limitar el consumo de alcohol, tabaco y cafeína.
Si tiene tensión ocular alta, es importante hablar con tu médico sobre los cambios en la dieta que puede hacer para ayudar a controlar su condición.
Con información de Alimente